Tus testimonios son admirables; por eso son el tesoro de mi alma. La enseñanza de tus palabras ilumina; y hasta la gente sencilla las entiende. Grandes son mi sed y mis ansias por recibir y entender tus mandamientos. Mírame, y ten misericordia de mí, como la tienes con quienes te aman. Ordena mis pasos con tu palabra, para que el pecado no me domine.
Leer Salmos 119
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 119:129-133
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos