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JUAN 1

1
Prólogo: La Palabra de vida
1Donde no había principio#ἀρχῇ (arjé), Sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, caso dativo singular, viene del nominativo ἀρχή (arjé), traduce: principio. Adquiere diversos sentidos de acuerdo con el dialecto griego que se usa. En el griego clásico, el dialecto más común en la literatura era el ático. En este dialecto, la palabra ἀρχῇ (arjé) desde un sentido filosófico, expresaba una causa infinita, un acto puro, el primer motor inmóvil que originó todas las cosas. Pero esta causa infinita, este primer motor inmóvil no fue creado ni originado por nadie ni nada. Aristóteles en su metafísica emplea mucho esta palabra para describir el motor inmóvil o causa infinita, cuando se refiere al origen del cosmos, es decir, el comienzo de las cosas. Por lo cual, la traducción más apropiada del término sería “sin principio”. De tal modo, la traducción correcta de Jn. 1:1 y 1 Jn. 1:1 sería “En el sin principio…” ἀρχῇ (arjé) en el dialecto jónico significa “comienzo, principio” y es la definición más común. Por ejemplo, Marcos en su Evangelio utiliza la palabra ἀρχῇ (arjé) en sentido jónico “Principio del Evangelio…” (Mr. 1:1). era la Palabra de vida#λόγος (lógos), sustantivo masculino, segunda declinación, primera sección, caso nominativo singular, traduce: verbo, la inteligencia del mundo, la razón del cosmos, palabra viva. En la filosofía presocrática y otras escuelas griegas se entendió que el lógos era el principio racional del cosmos, la ley natural viva. Pensamiento con mayor énfasis en la filosofía de Platón y Aristóteles. Ellos concebían la naturaleza como materia, creían que en ella había un principio de vida que permitía el crecimiento y desarrollo de la misma. Este principio vivo de la naturaleza, algunos lo llamaron ley natural, otros lo denominaron la inteligencia del universo y otros la razón del mundo. De ahí que el lógos griego es el principio fundamental de la creación y sustento del cosmos, la expresión máxima de la vida. Juan toma este pensamiento griego, expresado en la literatura clásica filosófica sobre el sustento y la razón del cosmos, y dice en su Evangelio que el lógos es Jesucristo. Él es el fundamento de la creación, el lógos griego lo eleva a la máxima expresión, es la palabra viva y transformadora. En los diccionarios griegos, por lo general, el término lógos se traduce como palabra, verbo; traducción que no amplía la riqueza del significado que tiene. En la literatura griega y en Juan, el lógos significa acción, vida, dinamicidad y razón. Juan utiliza el término para expresar que Jesucristo es la acción de Dios., la Palabra de vida está con Dios y Dios es la Palabra de vida.
2La Palabra de vida siempre existió, antes del principio, y es Dios.
3Toda la creación a través de Jesucristo tuvo origen e identidad#ἐγένετο (egéneto), verbo en voz media, modo indicativo, tiempo aoristo, tercera persona del singular, traduce: se llegó a ser. La raíz del verbo es γίνομαι (gínomai), que significa llegar a ser. No obstante, algunas versiones suelen traducirlo como hacer. El verbo ποιέω (poiéo), significa hacer, practicar, prestar; sin embargo, si el autor quisiera enfatizar el “hacer” hubiera usado dicho verbo. Juan emplea el verbo γίνομαι (gínomai), sinónimo de otra palabra griega que significa ser, estar, existir, es el verbo εἰμί (eimí). Juan, al usar el verbo “ser”, está otorgando a la creación un rango superior, idea que no transmite el término “hacer”. De esta manera, el evangelista eleva la creación a una identidad en Cristo Jesús. La creación, el cosmos, no solo son un conjunto de cosas hechas, sino que es la expresión original del amor de Dios en Cristo hacia lo creado. El apóstol Pablo también entendió profundamente esta dinámica. Para él, la creación es parte de la redención, es una expresión de la identidad de Dios en Cristo., y sin Cristo nada existiría, nada tendría identidad ni razón de ser.
4En Cristo estaba la vida plena#ζωή (zoé), sustantivo femenino, primera declinación, tercera sección, en caso nominativo singular, traduce: vida. En griego hay dos sustantivos que traducen al español vida, pero son conceptos diferentes, que a la vez se complementan. La primera palabra es el sustantivo βίος (bios), traduce vida. Indica una vida en función biológica o fisiológica, designa el hecho de estar vivo, de respirar. La segunda palabra que traduce vida es ζωή (zoé), aunque también significa vida, se refiere al perfeccionamiento de la vida biológica, al desarrollo de las posibilidades de la existencia como ser vivo; por ejemplo, mantener una buena salud, alimentarse provechosamente, desarrollar la vida emocional, espiritual, social y disfrutar de una existencia plena. En el Evangelio de Juan y en la primera carta de Juan, se emplea la palabra ζωή (zoé) para referirse a Cristo. Cristo es el fundamento de una vida plena que conduce a la salvación., esta vida es la luz#φῶς (fós), sustantivo neutro, tercera declinación, caso nominativo singular, traduce: luz, luminosidad, revelación, conocimiento. Juan define la luz como una revelación o un conocimiento que orienta y guía a la humanidad. de la humanidad.
5La luz brilló en la oscuridad, y la oscuridad no recibió a la luz.
6Existió un hombre, enviado de parte de Dios, cuyo nombre era Juan.
7Juan el Bautista vino para testificar, su testimonio era sobre la luz que es Cristo, para que todos creyesen a través de este testimonio. 8Él no era la luz, sino que él vino para testificar acerca de ella.
9Cristo es la verdadera luz que ilumina a la humanidad y está viniendo al mundo.
10Cristo estaba en el mundo, el mundo tuvo origen e identidad por Él, pero el mundo no lo conoció íntimamente#ἔγνω (égno), verbo en voz activa, modo indicativo, tiempo aoristo, tercera persona del singular, traduce: conoció íntimamente. La raíz del verbo es γινώσκω (ginósko), significa conocimiento íntimo. Se refiere a un conocimiento que se adquiere a través de la intimidad, de la cercanía. El verbo también se puede traducir: reconocer, saber, llegar (al conocimiento), cerciorar y comprender.. 11Él vino por su creación, pero su pueblo no lo recibió.
12A todos los que lo recibieron, a quienes creen y tienen una fe por identidad#πιστεύουσιν (pisteúousin), verbo en voz activa, modo subjuntivo, tiempo aoristo, tercera persona del plural, traduce: creyesen. Viene del verbo πιστεύω (pisteúo), significa una fe que se fundamenta en el conocimiento de Dios a través de Cristo Jesús; conocimiento que rige la vida y el carácter de una persona, quien va adquiriendo la identidad de Dios por medio de Cristo. en su nombre, les dio la autoridad de ser hijos de Dios; 13hijos que no nacieron por sangre, ni por voluntad de la carne, ni por voluntad de hombre, sino que nacieron por la voluntad Dios.
14Y la Palabra de vida se encarnó y plantó su tabernáculo#ἐσκήνωσεν (eskénosen), verbo en voz activa, modo indicativo, tiempo aoristo, tercera persona del singular, traduce: plantó su tabernáculo, plantó su tienda, vivió, habitó. La raíz del verbo es σκηνόω (skenóo), significa extender su tabernáculo, habitar, morar. El sentido del sustantivo da la idea de relación, pues el tabernáculo o la tienda que se menciona en el libro de Éxodo, indica el lugar donde se daba el encuentro de Dios con el pueblo de Israel durante su peregrinación por el desierto (Ex. 33:7-10). El tabernáculo era la casa, la morada de Dios. La perspectiva teológica de la tienda movible, es la de un Dios caminante, un Dios peregrino que acompaña al pueblo en la dinámica de su historia, ante esta idea, el profeta Natán no permitió que David construyera un templo formal para Dios, porque para el profeta Dios es dinámico, habita en un tabernáculo (2 S. 7:1-6), como símbolo de acompañamiento al pueblo; en caso de guerra, si los enemigos atacaban las tiendas, también se afectaba la tienda de Dios, lo cual indica que el tabernáculo como presencia de Dios al ser afectada, mostraba la solidaridad de Dios con su pueblo. Así, en el himno Cristológico (Fil. 2:6-11) el autor relaciona el vaciamiento de Cristo dejando lo divino y toma la naturaleza humana para significar la misma conducta divina que vemos en el Antiguo Testamento. Dios en Cristo dejó lo divino, como un acto solidario para acompañar a la humanidad, como ejemplo máximo de su amor sacrificial. en nosotros, y hemos contemplado#ἐθεασάμεθα (etheasámeta), verbo en voz media, modo indicativo, tiempo aoristo, primera persona del plural, traduce: hemos contemplado. Deriva del verbo θεάομαι (theáomai), que significa contemplar, observar, mirar un espectáculo poderoso públicamente. De esta raíz proviene la palabra castellana “teatro”, espacio donde se puede observar públicamente una obra llamativa. su gloria, la gloria del Unigénito que procede del Padre, lleno de gracia y de verdad#ἀληθείας (aletheías), sustantivo femenino, primera declinación, primera sección, caso genitivo, singular, traduce: de la verdad, viene del nominativo ἀλήθεια (alétheia) que significa verdad. El concepto de verdad en el pensamiento griego era la coherencia entre el pensamiento y la realidad, es decir, una persona que actúa como piensa, que es íntegra en su forma de pensar y actuar..
15Juan el Bautista ha testificado acerca de Cristo, y ha gritado diciendo “Él es de quien yo profeticé: Él viene después de mí, pero siempre fue primero que yo, porque existía antes que yo”.
16Porque todos nosotros recibimos la llenura de Dios de manera plena, que es gracia#χάριν (járin), sustantivo femenino, tercera declinación, caso acusativo, singular, traduce: a la gracia, viene del nominativo χάρις (járis) que significa gracia, que era la máxima condecoración que el rey daba a un soldado que había sido héroe en la batalla, compartiendo la vida con él. La gracia es el regalo de Dios quien comparte su vida con el creyente en Cristo Jesús. por gracia.
17A través de Moisés fue dada la ley, pero a través de Jesucristo fue dada la gracia y la verdad.
18A Dios nadie lo ha visto jamás; es a través de Jesucristo que Dios se nos dio a conocer.
Juan el Bautista da testimonio del Mesías
19Este es el testimonio de Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron a sacerdotes y a levitas desde Jerusalén, con el propósito de interrogarlo, preguntándole:
– ¿Quién eres tú?
20Él respondió:
– Yo no soy el Mesías.
21Y le preguntaron nuevamente:
– Entonces, ¿quién eres? ¿acaso eres Elías?
– No soy Elías, respondió Juan.
También le preguntaron:
– ¿Acaso eres el profeta?
Y él respondió una vez más:
– No lo soy.
22Le volvieron a preguntar:
– ¿Quién eres en realidad?, necesitamos la respuesta para los que nos enviaron, ¿cómo te concibes a ti mismo?
23Respondió:
– Yo soy una voz que grita en el desierto: arrepiéntanse y vuelvan al camino del Señor; conforme dijo el profeta Isaías#Cita de Is. 40:3..
24Entonces los enviados del grupo de los fariseos 25también le interrogaron:
– Si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta, entonces, ¿por qué bautizas?
26Respondió Juan:
– Yo bautizo con agua; pero en medio de ustedes está alguien que aún no conocen; 27Él viene después de mí, y yo no soy digno ni de desatar la correa de su sandalia.
28Estas cosas sucedieron en Betania, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Jesús, el Cordero de Dios
29Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!; 30a Él me refería cuando dije: después de mí viene un hombre que es más importante que yo, porque existía antes de mí. 31Yo no lo conocía, pero yo vine primero para preparar su camino, para que Él se revelara a Israel, y por esta razón yo empecé a bautizar con agua.
32Juan también agregó a su testimonio diciendo:
– He visto al Espíritu Santo descendiendo del cielo en forma de paloma, y permaneció en Él.
33Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
– Cuando tú veas que el Espíritu descienda y pose sobre Él, este es el que bautiza con el Espíritu Santo.
34Yo lo vi, lo viví y testifiqué que Él es el Hijo de Dios.
Los primeros discípulos de Jesús
35Al día siguiente, Juan estaba con dos de sus discípulos; 36y viendo a Jesús caminando, dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios! 37Y los dos discípulos de Juan escucharon lo que se hablaba de Jesús y le siguieron.
38Dándose la vuelta Jesús y viendo que lo seguían, les dijo:
– ¿Qué buscan ustedes?
Entonces los dos discípulos le respondieron:
– Rabí (que traducido significa maestro), ¿dónde vives?
39Jesús les dijo:
– Vengan y verán.
Entonces ellos vinieron y vieron donde vivía Jesús, y permanecieron con Él todo el día; eran las cuatro de la tarde.
40Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que seguía a Juan y ahora seguía a Jesús.
41Andrés encontró a su hermano Simón Pedro y le dijo:
– Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
42Andrés llevó a Simón ante Jesús, y mirándolo, Jesús le dijo:
– Tú eres Simón el hijo de Juan, ahora tú te llamarás Cefas (que traducido es Pedro).
Jesús llama a Felipe y a Natanael
43Al día siguiente, Jesús quiso salir hacia Galilea, encontró a Felipe y le dijo:
– Sígueme.
44Felipe era de Betsaida, de la misma ciudad de Andrés y Pedro.
45Felipe encuentra a Natanael y le dice:
– Hemos hallado de quien Moisés y los profetas escribieron, a Jesús hijo de José, originario de Nazaret.
46Y le dijo Natanael:
– ¿De Nazaret puede salir algo bueno?
Felipe contesta:
– Ven y observa.
47Cuando Jesús vio que Natanael venía, le dijo:
– ¡He aquí un verdadero israelita, en quien no existe el engaño!
48Entonces Natanael le dijo a Jesús:
– ¿De dónde me conoces?
Respondió Jesús:
– Antes que Felipe te llamara, te vi debajo de la higuera.
49Natanael le respondió:
– Rabí, tú eres el Hijo de Dios, eres el Rey de Israel.
50Jesús le contestó:
– ¿Solo porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Mayores cosas que estas verás.
51Jesús continuó diciendo:
– De cierto, de cierto les digo que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.

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