Jeremías 50
50
Caída de Babilonia#50.1—51.64 El profeta Jeremías había recomendado insistentemente la sumisión a Babilonia (véase Jer 21.8-10 n.), pero también había anunciado que esa orgullosa nación al final recibiría su castigo (véanse Jer 25.1-14 n.; 25.11 n.; 25.12 n.). Este último tema será ampliamente desarrollado en estos caps., que sirven de conclusión a la serie de oráculos contra las naciones. Cf. Is 13.1—14.23; 47.
1Mensaje acerca de Babilonia, país de los caldeos,#50.1 País de los caldeos: Véase Gn 11.28 n. que el Señor comunicó por medio del profeta Jeremías:
2«Anuncien esto, denlo a conocer entre las naciones.
Levanten la señal de anuncio; no oculten nada.
Digan: “¡Babilonia fue tomada!#50.2 ¡Babilonia fue tomada!: Aquí se da como un hecho ya acaecido la conquista de Babilonia por Ciro, rey de Persia, en el año 539 a.C. (véase Is 41.2 n.).
¡El dios Bel quedó en ridículo,
el dios Marduc#50.2 Bel: Véase Is 46.1 nota, y cf. Bar 6.40; Dn (dc) 14.3-22. Marduc era el principal dios de Babilonia, celebrado como rey de los dioses por su victoria sobre las fuerzas del caos primordial (véase Gn 1.21 n.). está lleno de terror!
¡Sus ídolos, sus falsos dioses,
quedaron en ridículo y llenos de terror!”
3Porque del norte#50.3 De la misma manera como Babilonia fue el enemigo del norte que invadió y destruyó a Israel (véase Jer 1.14-15 n.), así también un enemigo del norte sería el encargado de ejecutar el juicio del Señor contra Babilonia. Aquí la expresión tiene evidentemente sentido metafórico, ya que Ciro, rey de Persia, venía del sudeste y no del norte. avanza contra ella una nación
que convertirá su país en un desierto.
Nadie, ni hombres ni animales,
volverá a vivir allí,
pues todos se irán huyendo.»
Regreso de los israelitas
4El Señor dice: «En aquel tiempo, la gente de Israel y de Judá#50.4 La gente de Israel y de Judá: Como en el «Libro de la consolación» (véase Jer 30.1-9 n.), la promesa de liberación está dirigida a los habitantes de los dos antiguos reinos, el del norte y el del sur (véase 1 R 12.1-24 n.). Cf. Jer 30.3-4; 31.31. vendrá llorando a buscarme a mí, el Señor su Dios.#50.4 Este v. introduce el segundo de los temas predominantes en Jer 50—51: la caída de Babilonia (50.1-3,11-16,21-27; 51.1-14,20-35,41-49,54-58) hace posible el retorno de los israelitas que vivían en el exilio (50.4-10,17-20). 5Preguntarán por el camino de Sión,#50.5 Sión: Véase Sal 2.6 n. y hacia allá irán, diciendo: “Vayamos al Señor, y unámonos con él en una alianza eterna,#50.5 Una alianza eterna: Esta expresión alude claramente a la nueva alianza anunciada en Jer 31.31-34. Cf. Jer 32.40. que no se olvide nunca.”
6»Mi pueblo era como ovejas perdidas, mal guiadas por sus pastores, que las dejaron perderse en los montes. Iban de un monte al otro, y hasta olvidaron su corral. 7Sus enemigos, al encontrarlos, los devoraban y decían: “No es culpa nuestra, porque ellos pecaron contra el Señor, su pastizal seguro, la esperanza de sus antepasados.”#50.6-7 Ez 34.5-6; Zac 10.2; Mc 6.34.
8»¡Huyan de Babilonia,#50.8 Is 48.20; 52.11; Jer 51.6,45; Ap 18.4. del país de los caldeos!
¡Salgan como guías al frente del rebaño!
9Pues voy a hacer que un grupo
de poderosos pueblos del norte#50.9 Pueblos del norte: Véase Jer 50.3 n.
ataque al mismo tiempo a Babilonia.
Se alinearán y la conquistarán.
Son guerreros expertos,
que disparan sus flechas sin fallar el tiro.
10Saquearán a los caldeos;
los saquearán hasta llenarse.
Yo, el Señor, lo afirmo.
Caída de Babilonia
11»Ustedes, caldeos, que saquearon mi pueblo,
¡alégrense y diviértanse!
¡Salten como una novilla en la hierba!
¡Relinchen como caballos!
12Pero su patria y su ciudad natal
quedarán cubiertas de vergüenza.
Será la última de las naciones,
un desierto seco y desolado.
13Porque me enojaré y la dejaré sin habitantes,
completamente convertida en un desierto.
Todo el que pase por allí quedará espantado
al ver el castigo que recibió.#50.13 Cf. Jer 18.16; 19.8; 25.9,11; 49.17.
14»¡A sus puestos, arqueros, rodeen Babilonia!
¡Disparen contra ella todas sus flechas,
porque pecó contra mí, contra el Señor!
15¡Lancen gritos de guerra por todos lados!
¡Babilonia ya se rinde!
¡Cayeron las torres,#50.15 Torres: traducción dudosa de un término que no vuelve a aparecer en el AT. Otros lo traducen por pilares, bastiones o cimientos. se derrumbaron las murallas!
¡Esta es mi venganza: vénguense de ella!
¡Hagan con ella lo mismo que ella hizo!
16No dejen en Babilonia a nadie que siembre o recoja las cosechas.
Al ver la guerra destructora,
los extranjeros volverán a su patria,
cada cual huyendo hacia su tierra.#50.16 Los extranjeros volverán... a su tierra: Is 13.14.
Regreso de Israel
17»Israel es como una oveja perdida, perseguida por leones. Primero se lo comió el rey de Asiria; después, Nabucodonosor, rey de Babilonia, le royó los huesos.#50.17 El rey de Asiria: Los asirios destruyeron Samaria, la capital del reino del norte, en el año 721 a.C. (cf. 2 R 17.3-6). Véase Índice de mapas. Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió Jerusalén en el año 598 a.C. y la destruyó por completo en el año 586 a.C. (cf. 2 R 24.1—25.21). 18Por eso yo, el Señor todopoderoso, el Dios de Israel, digo: Voy a castigar al rey de Babilonia y a su país, como lo hice con el rey de Asiria.#50.18 Nínive, la capital del imperio asirio, había sido destruida en el año 612 a.C. Cf. Nah 1—3. 19Haré que Israel vuelva a su tierra, y como una oveja tendrá pastos abundantes en el Carmelo,#50.19 El Carmelo: Véanse 1 R 18.19 n.; Jer 46.18 n. en Basán,#50.19 Basán: Véase Sal 22.12(13) n. en la región montañosa de Efraín#50.19 Efraín: Véase Jer 31.6 nota. y en Galaad.#50.19 Galaad: Véase Dt 2.36 n. 20Yo, el Señor, afirmo: En aquel tiempo, Israel y Judá estarán libres de culpas y pecados, porque yo perdonaré a los que deje con vida.#50.20 El perdón de los pecados es una característica esencial de la nueva alianza anunciada en Jer 31.31-34. Véase Is 40.2 nota.
Derrota de Babilonia
21»¡Ataquen la región de Merataim
y a los habitantes de Pecod!#50.21 Merataim era el nombre de una región al sur de Babilonia y los habitantes de Pecod eran los miembros de una de sus tribus. El profeta elige estos nombres por su parecido con dos palabras hebreas que significan, respectivamente, doble rebelión y lugar de castigo.
¡Persíganlos, destrúyanlos por completo!
¡Cumplan mis órdenes en todo!
Yo, el Señor, lo ordeno.»
22En el país se oye estruendo de batalla,
de gran destrucción.
23¡Babilonia, el martillo del mundo#50.23 El martillo del mundo: gráfica descripción de la potencia política y militar que sometió a numerosos pueblos del antiguo Oriente, sobre todo, en la primera mitad del siglo VI a.C. Véase Jer 1.14-15 n.; cf. 51.20-23. entero,
ha quedado roto, hecho pedazos!
¡Qué horror sienten las naciones
al ver lo que a Babilonia le ha pasado!
24Tú misma, Babilonia, te tendiste una trampa,
y sin darte cuenta caíste en ella.
Quedaste presa, atrapada,
porque te opusiste al Señor.
25El Señor abrió el depósito de sus armas
y sacó las armas de su ira,
porque el Señor todopoderoso
tiene una tarea que llevar a cabo
en la nación de los caldeos.
26¡Atáquenla por todas partes!
¡Abran sus graneros!
¡Amontonen a la gente y destrúyanla!
¡Que no quede nadie con vida!#Jer 50.21.
27¡Maten a todos sus soldados,
envíenlos al matadero!
¡Ay de ellos! ¡Les llegó su día,
la hora de su castigo!
28(Gente escapada de Babilonia llega a Sión contando cómo el Señor nuestro Dios ha dado su merecido a Babilonia por lo que ella hizo con el templo.)
29«¡Llamen a todos los arqueros,
para que ataquen a Babilonia!
¡Acampen alrededor de la ciudad
para que nadie escape!
¡Páguenle como merece!#50.29 Sal 28.4; 137.8; Ap 18.6.
¡Hagan con ella lo mismo que ella hizo!
Porque ha sido insolente conmigo,
con el Señor, el Dios Santo de Israel.
30Por eso sus jóvenes caerán muertos por las calles
y todos sus guerreros morirán en ese día.
Yo, el Señor, lo afirmo.»
31El Señor todopoderoso dice:
«Nación insolente, yo estoy en contra tuya;
ha llegado tu día,#50.31 Ha llegado tu día: Véanse Jer 25.1-14 n.; 50.1—51.64 n. la hora de castigarte.
32Nación insolente, tropezarás y caerás,
y nadie te levantará.
Prenderé fuego a todas tus ciudades,
y ese fuego destruirá todos tus contornos.»
33El Señor todopoderoso dice: «El pueblo de Israel y el pueblo de Judá#50.33 El pueblo de Israel y el pueblo de Judá: Véase Jer 50.4 nota. están sufriendo la opresión. Sus enemigos los tienen presos y no quieren soltarlos. 34Pero su redentor#50.34 Su redentor: o bien, su liberador; véase Is 41.14 n. es fuerte y se llama el Señor todopoderoso. Él se encargará de hacerles justicia; traerá paz al país y terror a los habitantes de Babilonia.»
35El Señor dice:
«¡Guerra a Babilonia y a sus habitantes!
¡A sus jefes y a sus sabios!
36¡Guerra a sus adivinos: que se vuelvan locos!
37¡Guerra a sus soldados: que tiemblen de miedo!
¡Guerra a sus caballos y sus carros!
¡Guerra a sus soldados mercenarios:
que se vuelvan como mujeres!
¡Guerra a sus tesoros: que se los roben!
38¡Guerra a sus ríos: que se sequen!
Porque Babilonia es un país de ídolos horribles,
y por ellos ha perdido el sentido.
39»Por eso, en Babilonia harán sus guaridas los gatos monteses y los chacales,#50.39 Los gatos monteses y los chacales: traducción dudosa. Cf. Is 13.20-22; Ap 18.2. y allí vivirán los avestruces. Jamás en todos los siglos venideros volverá a ser habitada. 40Quedará como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas,#50.40 Sodoma y Gomorra: Cf. Gn 19.24-25; véase Jer 23.14 nota. cuando fueron destruidas. Nadie volverá a vivir allí, ni siquiera de paso. Yo, el Señor, lo afirmo.
41»Desde lejanas tierras del norte,#50.41 Del norte: Véase Jer 50.3 n.
una nación poderosa y numerosos reyes
se preparan a venir.
42Están armados de arcos y lanzas;
son crueles, no tienen compasión,
sus gritos son como el estruendo del mar,
y van montados a caballo.
Están listos para la batalla contra Babilonia.#50.41-42 Cf. Jer 6.22-23.
43El rey de Babilonia, al saber esta noticia,
se ha quedado paralizado de miedo,
y siente angustia y dolor
como mujer de parto.
44»Vendré repentinamente como un león que sale de los matorrales del Jordán y se lanza a los lugares donde siempre hay pasto fresco, y haré huir de ahí a los de Babilonia, y haré que gobierne la persona que yo escoja. Pues ¿quién puede compararse a mí? ¿Quién puede desafiarme? ¿Qué pastor me puede hacer frente? 45Escuchen el plan que yo, el Señor, he preparado contra Babilonia; el proyecto que he formulado contra el país de los caldeos: Aun a los corderos más pequeños se los llevarán, y las mismas praderas serán también destrozadas. 46La caída de Babilonia hará tanto ruido, que la tierra temblará, y sus gritos se oirán en las demás naciones.»#50.40,44-46 Cf. Jer 49.18-21.
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.