Salmos 141
141
SALMO 141 (140)
Mis ojos están puestos en ti#Salmo 141 Amenazado por gente malvada que quiere llevarlo por el mal camino, el salmista pide al Señor que le dé la fuerza necesaria para resistir a las seducciones del mal.
1a (1a) Salmo de David.
1 1 (1b) A ti clamo, Señor: ¡ven pronto!,
¡escucha mi voz cuando te invoco!
2Sea mi oración como incienso en tu presencia,#141.2 La plegaria sube hasta Dios como el incienso que se ofrecía junto con la ofrenda de algunos sacrificios. Cf. Lv 2.1-2,15-16; 5.11; 6.15(8), y también Ap 5.8. Véase Oración en el Índice temático.
y mis manos levantadas, como ofrenda de la tarde.#141.2 Mis manos levantadas: alusión a un gesto que con frecuencia acompaña a la oración (véase Sal 5.7 [8] n.). Acerca de la ofrenda de la tarde, cf. Ex 29.38-39; 30.8; Nm 28.3-4.
3Señor, ponle a mi boca un guardián;
vigílame cuando yo abra los labios.#141.3 Cf. Eclo 22.27, y también Sal 34.13(14); 39.1(2); Pr 13.3; 21.23; Stg 1.26.
4Aleja mi pensamiento de la maldad;
no me dejes andar en malas acciones
ni tomar parte en banquetes de malhechores.#141.4 Ni tomar parte en banquetes de malhechores: La comida en común es expresión de comunidad y solidaridad (véase Sal 23.5 nota). Probablemente se trata de una figura literaria para indicar la decisión de no hacerse cómplice de los malhechores.
5Es un favor que el hombre honrado me castigue,
un perfume delicado#141.5 Perfume delicado: Se refiere al aceite perfumado que solía derramarse sobre la cabeza del huésped (cf. Lc 7.46). Junto con su voluntad de resistir a las tentaciones del mal (v. 4), el salmista expresa su buena disposición para recibir la reprensión de las personas honradas, aunque le resulte penosa. que me reprenda.
Tales cosas no rechazaré;
a pesar de sus golpes, seguiré orando.
6Los jefes de los malvados serán despeñados,
y verán que mis palabras eran agradables.
7Sus huesos serán esparcidos junto al sepulcro,
como cuando se abren surcos en la tierra.#141.5-7 El texto hebreo de estos vv. es muy oscuro y la traducción es sólo probable.
8Señor, Señor, mis ojos están puestos en ti.
En ti busco protección: no me abandones.
9Líbrame de la trampa que me han puesto;
líbrame de la trampa de los malhechores.#141.9 Sobre esta imagen, véase Sal 9.15-16(16-17) n.
10Que caigan los malvados en su propia red,
mientras yo sigo adelante.
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Salmos 141: DHH94I
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.