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Salmos 147

147
SALMO 147 (146-147)
No hizo lo mismo con todas las naciones#Salmo 147 Himno o canto de alabanza al Señor, Dios de Israel, que manifiesta su predilección por los humildes y colma de beneficios a su pueblo.
1¡Aleluya!
¡Qué bueno es cantar himnos a nuestro Dios!
¡A él se le deben dulces alabanzas!#147.1 Sal 33.1; 92.1(2).
2El Señor reconstruye a Jerusalén#147.2 Alusión a la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén y de su templo, realizada a la vuelta del exilio. Cf. Neh 4; Hag 1.8-9,12-15; 2.15,18; Zac 1.16-17; 2.4-5(8-9).
y reúne a los dispersos de Israel.
3Él sana a los que tienen roto el corazón,
y les venda las heridas.
4Él determina el número de las estrellas,
y a cada una le pone nombre.
5Grande es nuestro Dios, y grande su poder;
su inteligencia es infinita.
6El Señor levanta a los humildes,
pero humilla por completo a los malvados.
7Canten al Señor con gratitud;
canten himnos a nuestro Dios, al son del arpa.
8Él cubre de nubes el cielo,
prepara la lluvia para la tierra,
hace crecer los pastos en los montes,
9da de comer a los animales
y a las crías de los cuervos cuando chillan.
10No es la fuerza del caballo ni los músculos del hombre
lo que más agrada al Señor;
11a él le agradan los que lo honran,
los que confían en su amor.#147.10-11 Sal 20.7-8(8-9); 33.16-19; Am 2.15.
12Jerusalén, alaba al Señor;
Sión, alaba a tu Dios.
13Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad.#147.13 Algunos ven en este v. una alusión a las medidas que tomó Nehemías para reconstruir los muros de Jerusalén (cf. Neh 3.28; 7.1) y aumentar la población de la ciudad (cf. Neh 11.1-2).
14Él trae la paz a tu territorio
y te satisface con lo mejor del trigo.
15Él envía su palabra a la tierra,
y su palabra corre a toda prisa.#147.15 Los antiguos israelitas atribuían a la palabra un poder y una eficacia muy grandes, sobre todo en algunos casos especiales: por ej., cuando se hacía alguna promesa o se pronunciaba una bendición o una maldición. Una vez pronunciada, la palabra cobraba vida propia y quedaba fuera del dominio de quien la había dicho (cf. Gn 27.35). A partir del exilio, esta noción se desarrolló y se aplicó de un modo particular a la palabra de Dios, presentada a veces como mensajera y ejecutora de la voluntad divina. Cf. Is 55.10-11; Sab 18.14-16; Heb 4.12-13.
16Él produce la nieve como si fuera lana,
y esparce la escarcha como si fuera polvo.
17Él envía el hielo en forma de granizo;
con el frío que envía, el agua se congela.#147.17 El agua se congela: texto probable. Heb. ¿quién se mantendrá en pie?
18Pero envía su palabra, y la derrite;
hace soplar el viento, y el agua corre.#Job 37.9-11.
19Él dio a conocer a Jacob, a Israel,
su palabra, sus leyes y decretos.#Dt 33.3-4; Ro 3.2.
20No hizo lo mismo con las otras naciones,
las cuales nunca conocieron sus decretos.
¡Aleluya!#147.20 Dt 4.7-8,32-35.

Actualmente seleccionado:

Salmos 147: DHH94I

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