Salmos 18
18
SALMO 18 (17)
Un canto de victoria#Salmo 18 Acción de gracias del rey (cf. v. 50 [51]) por la victoria y la protección que le ha concedido el Señor. Este mismo salmo se vuelve a encontrar en 2 S 22.
(2~S 22.1-51)
1 (1) Del maestro de coro. De David, el servidor del Señor, que entonó este canto cuando el Señor lo libró de caer en manos de Saúl y de todos sus enemigos. 2a (2a) Él dijo:
1 1 (2b) Tú, Señor, eres mi fuerza;
¡yo te amo!
2 2 (3) Tú eres mi protector,#18.2(3) Mi protector: Lit. mi roca, símbolo de la estabilidad y la firmeza de Dios. Esta imagen poética se encuentra con relativa frecuencia en la Biblia, y de modo especial en los Salmos. Cf. Dt 32.4; Sal 28.1; 31.3; 144.1.
mi lugar de refugio,
mi libertador,
mi Dios,
la roca que me protege,
mi escudo,
el poder que me salva,
mi más alto escondite.
3 3 (4) Tú, Señor, eres digno de alabanza:
cuando te llamo, me salvas de mis enemigos.
4 4 (5) La muerte me enredó en sus lazos;
sentí miedo ante el torrente destructor.#18.4(5) Torrente destructor: Lit. los torrentes de Belial. Los torrentes simbolizan los peligros mortales (Sal 42.7(8); 124.5); Belial es una potencia maléfica que aquí se refiere a la muerte y más tarde pasó a ser, en el judaísmo, un nombre popular de Satanás. Véase 2 Co 6.15 n.
5 5 (6) La muerte me envolvió en sus lazos;
¡me encontré en trampas mortales!
6 6 (7) En mi angustia llamé al Señor,
pedí ayuda a mi Dios,
y él me escuchó desde su templo;
¡mis gritos llegaron a sus oídos!#18.6(7) Sal 120.1; Jon 2.2(3).
7 7 (8) Hubo entonces un fuerte temblor de tierra:
los montes se estremecieron hasta sus bases;
fueron sacudidos por la furia del Señor.#18.7-16(8-17) Jue 5.4-5; Job 36.30; Sal 29.3-9; 77.16-19(17-20); Hab 3.3-13; Eclo 43.16.
8 8 (9) De su nariz brotaba humo,
y de su boca un fuego destructor;
¡por la boca lanzaba carbones encendidos!
9 9 (10) Descorrió la cortina del cielo, y descendió.
¡Debajo de sus pies había grandes nubarrones!
10 10 (11) Montó en un ser alado,#18.10(11) Ser alado: Lit. querubín. Los antiguos israelitas se representaban a los querubines como seres alados que sostenían el trono invisible del Señor (Ez 10.1-22). Véase Sal 80.1(2) nota. y voló
deslizándose sobre las alas del viento.#18.10(11) Sal 68.33(34); 104.3.
11 11 (12) Tomó como escondite,
como tienda de campaña,
la densa oscuridad que lo rodeaba
y los nubarrones cargados de agua.
12 12 (13) Un fulgor relampagueante salió de su presencia;
brotaron de las nubes granizos y carbones encendidos.
13 13 (14) El Señor, el Altísimo,#18.13(14) Altísimo: Véase Sal 9.2(3) n.
hizo oír su voz de trueno desde el cielo;
granizos y carbones encendidos.
14 14 (15) Lanzó sus rayos como flechas,
y a mis enemigos hizo huir en desorden.#18.13-14(14-15) En esta manifestación de Dios a través de los fenómenos naturales, se identifica el trueno con la voz del Señor y se describen los rayos como sus flechas. Cf. Sal 144.6.
15 15 (16) El fondo del mar quedó al descubierto;
las bases del mundo#18.15(16) Las bases del mundo: Los antiguos hebreos se imaginaban el mundo como una masa de tierra seca asentada sobre unas bases o fundamentos que se hundían en las profundidades del gran océano subterráneo. Cf. Sal 24.2. quedaron a la vista
por la voz amenazante del Señor,
por el fuerte soplo que lanzó.#18.13-15(14-16) Ex 15.8; 19.19.
16 16 (17) Dios me tendió la mano desde lo alto,
y con su mano me sacó del mar inmenso.
17 17 (18) Me salvó de enemigos poderosos
que me odiaban y eran más fuertes que yo.
18 18 (19) Me atacaron cuando yo estaba en desgracia,
pero el Señor me dio su apoyo:
19 19 (20) me sacó a la libertad;
¡me salvó porque me amaba!
20 20 (21) El Señor me ha dado la recompensa
que merecía mi limpia conducta,
21 21 (22) pues yo he seguido el camino del Señor;
¡jamás he renegado de mi Dios!
22 22 (23) Yo tengo presentes todos sus decretos;
¡jamás he rechazado sus leyes!
23 23 (24) Me he conducido ante él sin tacha alguna;
me he alejado de la maldad.
24 24 (25) El Señor me ha recompensado
por mi limpia conducta en su presencia.
25 25 (26) Tú, Señor, eres fiel con el que es fiel,
irreprochable con el que es irreprochable,
26 26 (27) sincero con el que es sincero,
pero sagaz con el que es astuto.
27 27 (28) Tú salvas a los humildes,
pero humillas a los orgullosos.
28 28 (29) Tú, Señor, me das luz;
tú, Dios mío, alumbras mi oscuridad.
29 29 (30) Con tu ayuda atacaré al enemigo,
y sobre el muro de sus ciudades pasaré.
30 30 (31) El camino de Dios es perfecto;
la promesa del Señor es digna de confianza;
¡Dios protege a cuantos en él confían!#18.30(31) Pr 30.5.
31 31 (32) ¿Quién es Dios, fuera del Señor?
¿Qué otro dios hay que pueda protegernos?#18.31(32) Is 44.8.
32 32 (33) Dios es quien me da fuerzas,
quien hace intachable mi conducta,
33 33 (34) quien me da pies ligeros, como de ciervo,#18.33(34) Hab 3.19.
quien me hace estar firme en las alturas,
34 34 (35) quien me entrena para la batalla,
quien me da fuerzas para tensar arcos de bronce.
35 35 (36) Tú me proteges y me salvas,
me sostienes con tu mano derecha;
tu bondad me ha hecho prosperar.
36 36 (37) Has hecho fácil mi camino,
y mis pies no han resbalado.
37 37 (38) Perseguí a mis enemigos y los alcancé,
y sólo volví después de destruirlos.
38 38 (39) Los hice pedazos. Ya no se levantaron.
¡Cayeron debajo de mis pies!
39 39 (40) Tú me diste fuerza en la batalla;
hiciste que los rebeldes se inclinaran ante mí,
40 40 (41) y que delante de mí huyeran mis enemigos.
Así pude destruir a los que me odiaban.
41 41 (42) Pedían ayuda, y nadie los ayudó;
llamaban al Señor, y no les contestó.
42 42 (43) ¡Los deshice como a polvo que se lleva el viento!
¡Los pisoteé como a barro de las calles!
43 43 (44) Me libraste de un pueblo rebelde,
me hiciste jefe de naciones
y me sirve gente que yo no conocía.
44 44 (45) En cuanto me oyen, me obedecen;
gente extranjera me halaga,
45 45 (46) gente extranjera se acobarda
y sale temblando de sus refugios.
46 46 (47) ¡Viva el Señor! ¡Bendito sea mi protector!
¡Sea enaltecido Dios mi salvador!
47 47 (48) Él es el Dios que me ha vengado
y que me ha sometido los pueblos.
48 48 (49) Él me salva de la furia de mis enemigos,
de los rebeldes que se alzaron contra mí.
¡Tú, Señor, me salvas de los hombres violentos!
49 49 (50) Por eso te alabo entre las naciones
y canto himnos a tu nombre.#18.49(50) Ro 15.9.
50 50 (51) Concedes grandes victorias al rey que has escogido;#18.50(51) Al rey que has escogido: Lit. a su ungido; véase Sal 2.2 n.
siempre tratas con amor a David y a su descendencia.
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.