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Salmos 59

59
SALMO 59 (58)
El Señor es nuestro protector#Salmo 59 El salmista, acusado injustamente y víctima de una encarnizada persecución, pide al Señor que ponga fin a la violencia de sus enemigos; así todos podrán ver el triunfo de Dios y de su justicia (v. 13 [14]).
1 (1) Del maestro de coro. «No destruyas». Poema de David, cuando Saúl ordenó que vigilaran la casa de David para darle muerte.#59.0(1) El título hebreo alude al episodio relatado en 1 S 19.11-17.
1 1 (2) Dios mío, líbrame de mis enemigos;
ponme a salvo de mis agresores.
2 2 (3) Líbrame de los malhechores,
sálvame de los asesinos,
3 3 (4) porque hay hombres poderosos
que esperan el momento de matarme.
Señor, no he sido rebelde ni he pecado;
4 4 (5) no he hecho nada malo,
y, sin embargo, se apresuran a atacarme.
¡Despierta! ¡Ven a mi encuentro y mira!#59.4(5) Acerca de esta declaración de inocencia, véanse Sal 7.3-4(4-5) n. y las referencias en 7.9(10) n.
5 5 (6) Tú, Señor,
Dios todopoderoso, Dios de Israel,
despierta y castiga a esos paganos;#59.5(6) La reiterada mención de los paganos (cf. v. 8 [9]) hace pensar que este salmo fue compuesto después del exilio, cuando Israel se vio obligado a mantener contactos más frecuentes con sus dominadores extranjeros. Algunos piensan incluso que el salmista pertenecía al grupo de los leales servidores del Señor, que debieron sostener un duro enfrentamiento con los que detentaban el poder y hacían causa común con los paganos. Así se explica mejor la violencia de las imprecaciones lanzadas contra los enemigos. Cf., por ej., 1 Mac 1—2.
no tengas compasión de esos malvados traidores.
6 6 (7) Regresan por la noche, ladrando como perros,
y rondan la ciudad.
7 7 (8) Echando espuma por la boca,
dicen con tono hiriente:#59.7(8) Dicen con tono hiriente: Lit. hay espadas en sus labios. Véase Sal 52.2(4) n.
«¡No hay nadie que nos oiga!»
8 8 (9) Pero tú, Señor, te ríes de ellos;#59.8(9) Sal 2.4.
tú te burlas de esos paganos.
9 9 (10) En ti estaré protegido, Dios mío,
pues tú eres mi fortaleza y protección.
10 10 (11) El Dios que me ama vendrá a mi encuentro;
me hará ver la derrota de mis enemigos.
11 11 (12) No les tengas compasión,#59.11(12) No les tengas compasión: traducción probable. Heb. no los mates. Algunos prefieren esta última traducción y la interpretan de la manera siguiente: el salmista pide al Señor que no masacre a sus enemigos de un solo golpe, sino que los vaya derribando poco a poco, para que su caída sirva de lección. Cf. Ex 9.16.
para que mi pueblo lo tenga presente;
dispérsalos con tu poder, y humíllalos.
¡El Señor es nuestro protector!
12 12 (13) Pecan en todo lo que dicen;
¡pues que sean presa de su propio orgullo
y de sus falsos juramentos!
13 13 (14) ¡Acábalos, acábalos con tu enojo!
¡Que dejen de existir!
¡Que se sepa que Dios es Rey
en Jacob#59.13(14) Jacob: Véase Sal 47.4(5) n. y hasta lo último de la tierra!
14-15 14-15 (15-16) Cuando vuelvan por la noche ladrando como perros,
y ronden la ciudad en busca de comida,
aullarán por no encontrar suficiente.
16 16 (17) En cuanto a mí, te cantaré por la mañana;
anunciaré a voz en cuello tu amor y tu poder.
Pues tú has sido mi protección,
mi refugio en momentos de angustia.
17 17 (18) A ti cantaré himnos, Dios mío,
pues tú eres mi fortaleza y protección;
¡tú eres el Dios que me ama!

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