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Job 5:1-27

Job 5:1-27 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»Grita cuanto puedas; a ver quién te responde. ¿A qué dioses puedes apelar? Es un hecho que al necio lo mata la ira, y a los que todo codician los mata la envidia. He visto cómo prospera el malvado, pero al mismo tiempo he deseado su desgracia; he deseado que sus hijos vivan inseguros, y que en el tribunal no se les haga justicia, que no haya quién los defienda; que los hambrientos se coman su cosecha, y que ellos la rebusquen entre los espinos; que los sedientos los dejen en la ruina. Ni la aflicción ni los sufrimientos brotan de la tierra sin razón alguna; en cambio nosotros somos como las chispas: saltamos por el aire tan solo para morir. »Yo, en tu lugar, recurriría a Dios y me pondría en sus manos. Dios hace cosas grandes e incomprensibles; ¡imposible contar las maravillas que realiza! Con su lluvia cubre toda la tierra; con el agua empapa los campos. A los humildes los enaltece, y a los afligidos los consuela. Desbarata los planes de los astutos, y hace que sus proyectos fracasen; atrapa a los malvados con sus propias artimañas y desbarata sus planes perversos. En pleno día caminan como ciegos; a pleno sol andan a tientas, como de noche. Dios libra a los pobres del poder de los impíos; los libra del poder de los violentos y de sus lacerantes ofensas. Dios es la esperanza de los débiles; Dios les tapa la boca a los malvados. »¡Dichoso aquel a quien Dios corrige! Así que agradece la corrección del Todopoderoso. Dios abre heridas, pero también las sana; hiere tu cuerpo, pero te devuelve la salud. Cuando te vengan seis desgracias, en la séptima te librará del mal. Aunque haya hambre, él te dará vida; aunque haya guerra, te librará de la espada. Te librará de la gente de lengua mordaz, y ante un desastre no tendrás nada que temer. Podrás reírte de la destrucción y del hambre; no temerás que te ataquen las fieras salvajes. Estarás en paz con las piedras del campo, y los animales salvajes serán tus amigos. Sabrás lo que es vivir en paz, tendrás tu propio ganado, y nada te faltará. Disfrutarás de una vasta descendencia, que crecerá como la hierba del campo. Morirás tras haber vivido una larga vida; en plena madurez, como las espigas de trigo. Esto lo hemos indagado, y sabemos que es verdad; óyelo bien, pues tú mismo puedes comprobarlo.»

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Job 5:1-27 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

»Clama, si quieres, pero ¿habrá quien te responda? ¿A cuál de los seres angelicales te dirigirás? El resentimiento mata a los necios; la envidia mata a los insensatos. Yo mismo he visto al necio echar raíces, pero de pronto su casa fue maldecida. Sus hijos distan mucho de estar a salvo; en el tribunal son oprimidos y nadie los defiende. Los hambrientos se comen su cosecha, y la recogen de entre las espinas; los sedientos se beben sus riquezas. Y aunque las penas no brotan del suelo, ni los sufrimientos provienen de la tierra, con todo, el hombre nace para sufrir, tan cierto como que las chispas vuelan. »Si se tratara de mí, yo apelaría a Dios; ante él expondría mi caso. Él realiza maravillas insondables, portentos que no pueden contarse. Él derrama lluvia sobre la tierra y envía agua sobre los campos. Él enaltece a los humildes y da seguridad a los enlutados. Él deshace las maquinaciones de los astutos, para que no prospere la obra de sus manos. Él atrapa a los sabios en su propia astucia, y desbarata los planes de los malvados. De día estos se topan con las tinieblas; a plena luz andan a tientas, como si fuera de noche. Pero a los menesterosos los salva de la opresión de los poderosos y de su lengua viperina. Así es como los pobres recobran la esperanza y a la injusticia se le tapa la boca. »¡Cuán dichoso es el hombre a quien Dios corrige! No menosprecies la disciplina del Todopoderoso. Porque él hiere, pero venda la herida; golpea, pero sana con sus manos. De seis aflicciones te rescatará y la séptima no te causará ningún daño. Cuando haya hambre, te salvará de la muerte; cuando haya guerra, te librará de la espada. Estarás a salvo del latigazo de la lengua, y no temerás cuando venga la destrucción. Te burlarás de la destrucción y del hambre, y no temerás a las bestias salvajes, pues harás un pacto con las piedras del campo y las bestias salvajes estarán en paz contigo. Reconocerás tu casa como lugar seguro; contarás tu ganado y ni un solo animal faltará. Llegarás a tener muchos hijos, y descendientes como la hierba del campo. Llegarás al sepulcro anciano, pero vigoroso, como las gavillas que se recogen a tiempo. »Esto lo hemos examinado y es verdad. Así que escúchalo y compruébalo tú mismo».

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Job 5:1-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

»¡Grita, Job! ¡Grita todo lo que quieras, a ver si algún ángel te responde! Solo los tontos y necios se mueren de celos y envidia. Algunos llegan a prosperar, pero su casa está maldita. A sus hijos, nadie los ayuda ni los defiende; ¡en los tribunales del pueblo nadie les hace justicia! Sus riquezas y sus cosechas terminan en la mesa de los hambrientos. »¡Siempre hay una razón para el mal y la desgracia! Así como el fuego es la causa de que salten chispas, nosotros somos responsables de nuestra propia desgracia. »Si yo estuviera en tu lugar, pondría mi caso en manos de Dios. Sus milagros y maravillas no los podemos entender. Dios hace que la lluvia caiga sobre los campos; Dios da poder a los humildes y ayuda a los afligidos; Dios hace que los astutos caigan en sus propias trampas; les desbarata sus planes malvados y les arruina sus malas acciones. Dios hace que se tropiecen de día como si anduvieran de noche, pero salva a la gente pobre del poder de sus enemigos; a los pobres les devuelve la esperanza, pero a los malvados los deja callados. »Cuando el Dios todopoderoso te corrija, puedes considerarte bendecido; no desprecies su corrección. Dios hiere, pero cura la herida; Dios golpea, pero alivia el dolor. Una y otra vez vendrá a ayudarte, y aunque estés en graves peligros no dejará que nada te dañe. En tiempos de hambre, no dejará que te mueras; en tiempos de guerra, no dejará que te maten. Cuando alguien te maldiga, no tendrás por qué tener miedo; esa maldición no se cumplirá. Te reirás del hambre y de las calamidades, y no tendrás por qué temer a los animales salvajes: ¡las piedras del campo y las bestias salvajes serán tus mejores amigas! En tu casa vivirás tranquilo, y cuando cuentes tu ganado no te faltará un solo animal. Tendrás muchos hijos y muchos nietos; ¡nacerán como la hierba del campo! Serás como el trigo que madura en la espiga: no morirás antes de tiempo, sino cuando llegue el momento. Esto es un hecho comprobado. Si nos prestas atención, tú mismo podrás comprobarlo».

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Job 5:1-27 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Grita, Job, a ver quién te responde. ¿A qué ángel vas a recurrir? Entregarse a la amargura o a la pasión es una necedad que lleva a la muerte. He visto al necio empezar a prosperar, mas su casa fue pronto destruida. Sus hijos no tienen quien los ayude; en los tribunales los tratan injustamente y no hay quien los defienda. Sus cosechas se las comen los hambrientos sacándolas de entre los espinos, y los sedientos les envidian sus riquezas. La maldad no brota del suelo; la desdicha no nace de la tierra: es el hombre el que causa la desdicha, así como del fuego salen volando las chispas. En tu lugar, yo me volvería hacia Dios y pondría mi causa en sus manos; ¡él hace tantas y tan grandes maravillas, cosas que nadie es capaz de comprender! Él envía la lluvia a la tierra, y con ella riega los campos; él enaltece a los humildes y da seguridad a los afligidos; él desbarata los planes del astuto y los hace fracasar. Él atrapa al astuto en su propia astucia, y hace que fracasen sus planes malvados: ¡a plena luz del día andan ellos a tientas, envueltos en tinieblas, como si fuera de noche! Dios salva al pobre y oprimido del poder de los malvados; él es la esperanza de los débiles, ¡él les tapa la boca a los malvados! Feliz el hombre a quien Dios reprende; no rechaces la reprensión del Todopoderoso. Si él hace una herida, también la vendará; si con su mano da el golpe, también da el alivio. Una y otra vez te librará del peligro, y no dejará que el mal llegue a ti. En tiempo de hambre te librará de la muerte, y en tiempo de guerra te salvará de la espada. Te protegerá de las malas lenguas, y no habrás de temer cuando llegue el desastre. Te reirás de hambres y calamidades, y no tendrás miedo a los animales salvajes. Las piedras no estorbarán en tus campos, y las fieras serán tus amigas. En tu casa tendrás prosperidad, y al revisar tu ganado lo encontrarás completo. Tendrás tanta descendencia como hierba hay en el campo. Llegarás a la vejez en pleno vigor, como un manojo de espigas maduras. La experiencia nos enseña que esto es así; escucha esto, y compruébalo tú mismo.

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Job 5:1-27 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Ahora, pues, da voces; ¿habrá quien te responda? ¿Y a cuál de los santos te volverás? Es cierto que al necio lo mata la ira, Y al codicioso lo consume la envidia. Yo he visto al necio que echaba raíces, Y en la misma hora maldije su habitación. Sus hijos estarán lejos de la seguridad; En la puerta serán quebrantados, Y no habrá quién los libre. Su mies comerán los hambrientos, Y la sacarán de entre los espinos, Y los sedientos beberán su hacienda. Porque la aflicción no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra. Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción. Ciertamente yo buscaría a Dios, Y encomendaría a él mi causa; El cual hace cosas grandes e inescrutables, Y maravillas sin número; Que da la lluvia sobre la faz de la tierra, Y envía las aguas sobre los campos; Que pone a los humildes en altura, Y a los enlutados levanta a seguridad; Que frustra los pensamientos de los astutos, Para que sus manos no hagan nada; Que prende a los sabios en la astucia de ellos, Y frustra los designios de los perversos. De día tropiezan con tinieblas, Y a mediodía andan a tientas como de noche. Así libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, Y de la mano violenta; Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca. He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; Él hiere, y sus manos curan. En seis tribulaciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal. En el hambre te salvará de la muerte, Y del poder de la espada en la guerra. Del azote de la lengua serás encubierto; No temerás la destrucción cuando viniere. De la destrucción y del hambre te reirás, Y no temerás de las fieras del campo; Pues aun con las piedras del campo tendrás tu pacto, Y las fieras del campo estarán en paz contigo. Sabrás que hay paz en tu tienda; Visitarás tu morada, y nada te faltará. Asimismo echarás de ver que tu descendencia es mucha, Y tu prole como la hierba de la tierra. Vendrás en la vejez a la sepultura, Como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo. He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así; Óyelo, y conócelo tú para tu provecho.

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Job 5:1-27 La Biblia de las Américas (LBLA)

Llama ahora, ¿habrá quién te responda? ¿Y a cuál de los santos te volverás? Porque el enojo mata al insensato, y la ira da muerte al necio. Yo he visto al insensato echar raíces, y al instante maldije su morada. Sus hijos no tienen seguridad alguna, aun en la puerta son oprimidos, y no hay quien los libre. Su cosecha devoran los hambrientos, la toman aun de entre los espinos, y el intrigante ansía su riqueza. Porque la aflicción no viene del polvo, ni brota el infortunio de la tierra; porque el hombre nace para la aflicción, como las chispas vuelan hacia arriba. ¶Pero yo buscaría a Dios, y delante de Dios presentaría mi causa; Él hace cosas grandes e inescrutables, maravillas sin número. Él da la lluvia sobre la faz de la tierra, y envía las aguas sobre los campos. Para poner en alto a los humildes, y a los que lloran levantarlos a lugar seguro, Él frustra las tramas de los astutos, para que sus manos no tengan éxito. Él prende a los sabios en su propia astucia, y el consejo de los sagaces pronto se frustra. De día tropiezan con las tinieblas, y a mediodía andan a tientas como de noche. Pero Él salva al pobre de la espada, de sus bocas y de la mano del poderoso. El desamparado, pues, tiene esperanza, y la injusticia tiene que cerrar su boca. ¶He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso. Porque Él inflige dolor, pero da alivio; Él hiere, pero sus manos también sanan. De seis aflicciones te librará, y en siete no te tocará el mal. En el hambre te salvará de la muerte, y en la guerra del poder de la espada. Estarás a cubierto del azote de la lengua, y no temerás la violencia cuando venga. De la violencia y del hambre te reirás, y no temerás a las fieras de la tierra. Pues con las piedras del campo harás tu alianza, y las fieras del campo estarán en paz contigo. Y sabrás que tu tienda está segura, porque visitarás tu morada y no temerás pérdida alguna. También sabrás que tu descendencia será numerosa, y tus vástagos como la hierba de la tierra. En pleno vigor llegarás al sepulcro, como se hacinan las gavillas a su tiempo. He aquí, esto lo hemos examinado, y así es; óyelo, y conócelo para tu bien.

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Job 5:1-27 Nueva Traducción Viviente (NTV)

»Por más que grites por ayuda, ¿quién te responderá? ¿Cuál de los ángeles te ayudará? Te aseguro que el resentimiento destruye al necio, y los celos matan al ingenuo. He visto a los necios triunfar momentáneamente en la vida, pero después llega la calamidad repentina. Sus hijos quedan abandonados y lejos de toda ayuda; los oprimen en el tribunal y no hay quien los defienda. Su cosecha la devoran los hambrientos, aun cuando esté rodeada de zarzas; los sedientos jadean tras su riqueza. El mal no germina del suelo ni la aflicción brota de la tierra, pero la gente nace para tener problemas tan cierto como que las chispas vuelan del fuego. »Si yo estuviera en tu lugar, me acercaría a Dios y le presentaría mi caso. Él hace grandezas, demasiado maravillosas para comprenderlas, y realiza milagros incontables. Él envía lluvia a la tierra y agua a los campos. Él hace prosperar a los pobres y protege a los que sufren. Él frustra los planes de los que traman para que el trabajo de sus manos no prospere. Él atrapa a los sabios en su propia astucia y desbarata sus ingeniosas maquinaciones. Encuentran oscuridad en pleno día y andan a tientas al mediodía, como si fuera de noche. Él rescata a los pobres de las palabras hirientes de los fuertes y los rescata de las garras de los poderosos; por fin los pobres tienen esperanza y las fauces de los malvados son cerradas. »¡Pero considera la alegría de aquellos a quienes Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso. Pues aunque él hiere, también venda las heridas; él golpea, pero sus manos también sanan. Te rescatará de seis desastres; aun en el séptimo, te guardará del mal. Te salvará de la muerte en tiempo de hambre y del poder de la espada en tiempo de guerra. Estarás seguro ante la calumnia y no tendrás miedo cuando llegue la destrucción. Te reirás de la destrucción y del hambre, y no tendrás terror de los animales salvajes. Estarás en paz con las piedras del campo y los animales salvajes estarán en paz contigo. Sabrás que tu hogar está seguro; cuando revises tus posesiones, no te faltará nada. Tendrás muchos hijos; ¡tus descendientes serán tan abundantes como la hierba! Llegarás a la tumba de edad avanzada, ¡como una gavilla de grano cosechada a su debido tiempo! »Hemos estudiado la vida y resulta que todo esto es verdad; escucha mi consejo y aplícalo a ti mismo».

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