Salmos 102:12-28
Salmos 102:12-28 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre, Y tu memoria de generación en generación. Te levantarás y tendrás misericordia de Sion, Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado. Porque tus siervos aman sus piedras, Y del polvo de ella tienen compasión. Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, Y todos los reyes de la tierra tu gloria; Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion, Y en su gloria será visto; Habrá considerado la oración de los desvalidos, Y no habrá desechado el ruego de ellos. Se escribirá esto para la generación venidera; Y el pueblo que está por nacer alabará a JAH, Porque miró desde lo alto de su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra, Para oír el gemido de los presos, Para soltar a los sentenciados a muerte; Para que publique en Sion el nombre de Jehová, Y su alabanza en Jerusalén, Cuando los pueblos y los reinos se congreguen En uno para servir a Jehová. Él debilitó mi fuerza en el camino; Acortó mis días. Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días; Por generación de generaciones son tus años. Desde el principio tú fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; Como un vestido los mudarás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no se acabarán. Los hijos de tus siervos habitarán seguros, Y su descendencia será establecida delante de ti.
Salmos 102:12-28 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Pero tú, oh SEÑOR, te sentarás en tu trono para siempre; tu fama durará por todas las generaciones. Te levantarás y tendrás misericordia de Jerusalén; ya es tiempo de tener compasión de ella, ahora es el momento en que prometiste ayudar. Pues tu pueblo ama cada piedra de sus murallas y atesora hasta el polvo de sus calles. Entonces las naciones temblarán ante el SEÑOR; los reyes de la tierra temblarán ante su gloria. Pues el SEÑOR reconstruirá Jerusalén; él aparecerá en su gloria. Escuchará las oraciones de los desposeídos; no rechazará sus ruegos. Que esto quede registrado para las generaciones futuras, para que un pueblo aún no nacido alabe al SEÑOR. Cuéntenles que el SEÑOR miró hacia abajo, desde su santuario celestial. Desde los cielos miró la tierra para escuchar los gemidos de los prisioneros, para poner en libertad a los condenados a muerte. Por eso la fama del SEÑOR se celebrará en Sion, y sus alabanzas en Jerusalén, cuando las multitudes se reúnan y los reinos vengan a adorar al SEÑOR. En la mitad de mi vida, me quebró las fuerzas, y así acortó mis días. Pero clamé a él: «Oh mi Dios, el que vive para siempre, ¡no me quites la vida en la flor de mi juventud! Hace mucho tiempo echaste los cimientos de la tierra y con tus manos formaste los cielos. Ellos dejarán de existir, pero tú permaneces para siempre; se desgastarán como ropa vieja. Tú los cambiarás y los desecharás como si fueran ropa. Pero tú siempre eres el mismo; tú vivirás para siempre. Los hijos de tu pueblo vivirán seguros; los hijos de sus hijos prosperarán en tu presencia».
Salmos 102:12-28 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Pero tú, SEÑOR, reinas eternamente; tu nombre perdura por todas las generaciones. Te levantarás y tendrás piedad de Sión, pues ya es tiempo de que la compadezcas. ¡Ha llegado el momento señalado! Tus siervos sienten cariño por sus ruinas; los mueven a compasión sus escombros. Las naciones temerán el nombre del SEÑOR; todos los reyes de la tierra reconocerán tu gloria. Porque el SEÑOR reconstruirá a Sión y se manifestará en su gloria. Atenderá a la oración de los desamparados y no despreciará sus ruegos. Que se escriba esto para las generaciones futuras y que el pueblo que será creado alabe al SEÑOR. Miró el SEÑOR desde su altísimo santuario; contempló la tierra desde el cielo, para oír los lamentos de los cautivos y liberar a los condenados a muerte; para proclamar en Sión el nombre del SEÑOR y anunciar en Jerusalén su alabanza, cuando todos los pueblos y los reinos se reúnan para adorar al SEÑOR. En el curso de mi vida acabó Dios con mis fuerzas; me redujo los días. Por eso dije: «No me lleves, Dios mío, a la mitad de mi vida; tú permaneces por todas las generaciones. En el principio tú afirmaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces. Todos ellos se desgastarán como un vestido; como ropa los cambiarás y los dejarás de lado. Pero tú eres siempre el mismo y tus años no tienen fin. Los hijos de tus siervos se establecerán y sus descendientes habitarán en tu presencia».
Salmos 102:12-28 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
12 (13) Pero tú, mi Dios, eres el rey eterno y vives para siempre. 13-14 (14-15) Un día te levantarás y tendrás compasión de tu pueblo. ¡Ese día ha llegado! ¡Ya es tiempo de que lo perdones! Nosotros estamos a tu servicio y amamos a la ciudad de Jerusalén; ¡verla en ruinas y entre escombros nos causa mucho dolor! 15 (16) Dios mío, todas las naciones te adorarán; todos los reyes de la tierra reconocerán tu grandeza. 16 (17) Tú reconstruirás a Jerusalén y así demostrarás tu poder. 17 (18) Prestarás toda tu atención a los ruegos de los desamparados, y no dejarás de atenderlos. 18 (19) Que esto quede por escrito para los que aún no han nacido; para que alabe a Dios el pueblo que está por nacer. 19 (20) Mientras Dios miraba desde su palacio celestial, se fijó en la tierra; 20 (21) al escuchar los lamentos de los presos condenados a muerte, los puso en libertad. 21 (22) Por eso en Jerusalén se alaba su nombre; por eso en Jerusalén se le cantan alabanzas. 22 (23) Todos los pueblos y reinos se juntan para adorarlo. 23 (24) En el transcurso de mi vida, Dios usó su poder para humillarme y para acortar mi existencia. 24 (25) Entonces le rogué: «Para ti, Dios mío, los años no tienen fin; ¡no me lleves en plena juventud! 25 (26) En el principio tú afirmaste la tierra; tú mismo hiciste los cielos, 26 (27) pero se irán gastando, como la ropa, y un día, los destruirás. Pero tú te mantendrás firme; 27 (28) siempre serás el mismo, y tus años no tendrán fin. 28 (29) Nuestros hijos y nuestros nietos estarán a tu servicio, como lo estamos nosotros, y vivirán contigo para siempre».
Salmos 102:12-28 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero tú, Señor, permaneces para siempre, y todas las generaciones te recordarán. Te levantarás y tendrás misericordia de Sión, porque ya se ha cumplido su tiempo; ¡ya es hora de que le tengas misericordia! Tus siervos aman cada una de sus piedras; ven sus ruinas, y se compadecen de ella. Señor, las naciones honrarán tu nombre; los reyes de la tierra reconocerán tu gloria, porque tú, Señor, reconstruirás a Sión, y en su esplendor serás reconocido. Tendrás en cuenta la oración de los pobres, y no dejarás de escuchar sus ruegos. Esto, Señor, quedará escrito para los pueblos futuros, ¡para que las generaciones del mañana te alaben! Desde su alto santuario, el Señor observa; desde los cielos, el Señor contempla la tierra para oír el clamor de los cautivos y dar libertad a los sentenciados a muerte; para que en Sión se anuncie el nombre del Señor, ¡para que en Jerusalén se proclame su alabanza! Entonces todas las naciones y todos los reinos vendrán y se unirán para servir al Señor. En mi camino, el Señor me retiró su apoyo; ¡me recortó los días de mi vida! Pero yo le supliqué: «Dios mío, tú vives por todas las generaciones: ¡no me reduzcas la mitad de mi vida!» Tú fundaste la tierra desde el principio, y con tus propias manos formaste los cielos. Un día, ellos serán destruidos; envejecerán, como vestidos usados, y tú los cambiarás por otros; ¡pero tú permanecerás! ¡Tú seguirás siendo el mismo, y tus años nunca tendrán fin! Los hijos de tus siervos vivirán tranquilos, y sus descendientes se afirmarán en tu presencia.
Salmos 102:12-28 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
12 (13) Pero tú, Señor, reinas por siempre; ¡tu nombre será siempre recordado! 13 (14) Levántate, compadécete de Sión, pues ya se cumplió el tiempo; ¡ya es hora de que la perdones! 14 (15) Tus siervos aman sus piedras; sienten dolor por sus ruinas. 15 (16) Todas las naciones y reyes de la tierra honrarán el nombre glorioso del Señor 16 (17) cuando él reconstruya a Sión y aparezca en su gloria, 17 (18) cuando atienda a la oración del desamparado y no desoiga sus ruegos. 18 (19) Que esto quede escrito para las generaciones futuras, para que alaben al Señor los que aún han de nacer. 19 (20) El Señor miró la tierra desde el cielo, desde su santa altura, 20 (21) para atender los lamentos de los prisioneros y libertar a los condenados a muerte; 21 (22) para que en Sión, en Jerusalén, se proclame y se alabe el nombre del Señor 22 (23) cuando gentes de todas las naciones se reúnan para adorarlo. 23 (24) Él me ha quitado fuerzas a medio camino; ha hecho más corta mi vida. 24 (25) Yo le digo: «Dios mío, no me lleves en la mitad de mi vida.» ¡Tus años no tienen fin! 25 (26) Afirmaste la tierra desde el principio; tú mismo hiciste el cielo. 26 (27) Todo ello dejará de existir, pero tú permaneces firme. Todo ello se gastará, como la ropa; ¡tú lo cambiarás y quedará cambiado, como quien se cambia de ropa! 27 (28) Pero tú eres el mismo; tus años nunca terminarán. 28 (29) Darás seguridad a los descendientes de tus siervos; en tu presencia misma los establecerás.
Salmos 102:12-28 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Mas tú, SEÑOR, permaneces para siempre, y tu nombre por todas las generaciones. Tú te levantarás y tendrás compasión de Sión, porque es tiempo de apiadarse de ella, pues ha llegado la hora. Ciertamente tus siervos se deleitan en sus piedras, y se apiadan de su polvo. Y las naciones temerán el nombre del SEÑOR, y todos los reyes de la tierra, tu gloria. Porque el SEÑOR ha edificado a Sión, y se ha manifestado en su gloria. Ha considerado la oración de los menesterosos, y no ha despreciado su plegaria. ¶Esto se escribirá para las generaciones futuras; para que un pueblo aún por crear alabe al SEÑOR. Pues Él miró desde su excelso santuario; desde el cielo el SEÑOR se fijó en la tierra, para oír el gemido de los prisioneros, para poner en libertad a los condenados a muerte; para que los hombres anuncien en Sión el nombre del SEÑOR, y su alabanza en Jerusalén, cuando los pueblos y los reinos se congreguen a una para servir al SEÑOR. ¶Él debilitó mis fuerzas en el camino; acortó mis días. Dije: Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días; tus años son por todas las generaciones. Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin. Los hijos de tus siervos permanecerán, y su descendencia será establecida delante de ti.