Salmos 25:1-7
Salmos 25:1-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
A ti, Señor, elevo mi alma. Eres mi Dios, y en ti confío; ¡no permitas que mis enemigos me avergüencen y se burlen de mí! No permitas que sean avergonzados los que en ti ponen su esperanza; más bien, que sean puestos en vergüenza los que sin razón se rebelan contra ti. Señor, dame a conocer tus caminos; ¡enséñame a seguir tus sendas! Todo el día espero en ti; ¡enséñame a caminar en tu verdad, pues tú eres mi Dios y salvador! Recuerda, Señor, que en todo tiempo me has mostrado tu amor y tu misericordia. Tú, Señor, eres todo bondad. Por tu misericordia, acuérdate de mí; pero olvídate de que en mi juventud pequé y fui rebelde contra ti.
Salmos 25:1-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
A ti, oh Jehová, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos. Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día. Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, Que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.
Salmos 25:1-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Oh SEÑOR, te entrego mi vida. ¡Confío en ti, mi Dios! No permitas que me avergüencen, ni dejes que mis enemigos se regodeen en mi derrota. Nadie que confíe en ti será jamás avergonzado, pero la deshonra les llega a los que tratan de engañar a otros. Muéstrame la senda correcta, oh SEÑOR; señálame el camino que debo seguir. Guíame con tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios que me salva. Todo el día pongo en ti mi esperanza. Recuerda, oh SEÑOR, tu compasión y tu amor inagotable, que has mostrado desde hace siglos. No te acuerdes de los pecados de rebeldía durante mi juventud. Acuérdate de mí a la luz de tu amor inagotable, porque tú eres misericordioso, oh SEÑOR.
Salmos 25:1-7 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
A ti, SEÑOR, elevo mi alma; mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí. Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado; pero quedarán en vergüenza los que traicionan sin razón. SEÑOR, hazme conocer tus caminos; y enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad. Y enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvación. ¡En ti pongo mi esperanza todo el día! Acuérdate, SEÑOR, de tu misericordia y gran amor, que siempre me has mostrado. Olvida los pecados y las transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, SEÑOR, eres bueno.
Salmos 25:1-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1-2 (1b-2) Mi Señor y Dios, a ti dirijo mis ruegos porque en ti confío. No me hagas pasar vergüenza; no permitas que mis enemigos se burlen de mí. Tampoco dejes que pasen vergüenza los que en ti confían; ¡la vergüenza deben pasarla los que traicionan a otros! Dios mío, enséñame a vivir como tú siempre has querido. Tú eres mi Dios y salvador, y en ti siempre confío. Dios mío, por tu amor y tu bondad acuérdate de mí. Recuerda que siempre me has mostrado tu ternura y gran amor; pero olvídate de los pecados que cometí cuando era joven.
Salmos 25:1-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (1b) Señor, a ti dirijo mi oración; mi Dios, en ti confío: no dejes que me hunda en la vergüenza. ¡Que no se rían de mí mis enemigos! ¡Que no sea jamás avergonzado ninguno de los que en ti confían! ¡Que sean puestos en vergüenza los que sin motivo se rebelan contra ti! Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas! Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado, pero no te acuerdes de mis pecados ni del mal que hice en mi juventud. Señor, acuérdate de mí, por tu gran amor y bondad.
Salmos 25:1-7 La Biblia de las Américas (LBLA)
A ti, oh SEÑOR, elevo mi alma. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no se regocijen sobre mí mis enemigos. Ciertamente ninguno de los que esperan en ti será avergonzado; sean avergonzados los que sin causa se rebelan. ¶SEÑOR, muéstrame tus caminos, y enséñame tus sendas. Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día. Acuérdate, oh SEÑOR, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas. No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; acuérdate de mí conforme a tu misericordia, por tu bondad, oh SEÑOR.