El misterio que se ha dado a conocerMuestra

La revelación de Dios: «pero que se ha dado a conocer ahora por las Escrituras de los profetas» 

La frase, «por las Escrituras de los profetas», también se podría traducir «por las escrituras proféticas». Dios ha dado a conocer este misterio por los escritos de sus profetas. El misterio que había estado oculto, ahora es dado a conocer. 

Debemos entender que todo lo que escribieron los profetas del antiguo pacto fue en clave de misterio.  El Espíritu Santo inspiró a Pablo y a los profetas del nuevo pacto, a escribir en clave de revelación.  Hoy nosotros podemos recibir iluminación por el Espíritu Santo a nuestro espíritu, para entender todo lo que Dios se propuso revelar en su Palabra.

Por lo tanto, hoy ya no recibimos revelación de esta naturaleza, pues debería añadirse a las Escrituras; lo que recibimos es iluminación sobre lo revelado, para ir gradual y progresivamente entendiendo mejor, con mayor precisión y claridad lo que fue escrito.

En Romanos, Pablo habla acerca del evangelio de Dios que había sido prometido antes, por los profetas en el antiguo pacto. En el capítulo 16, Pablo menciona un misterio que se había mantenido oculto, pero que ahora es revelado por los profetas del nuevo pacto. Hay un sentido en el cual, el evangelio es tanto antiguo como nuevo. 

Tenemos un aspecto del evangelio que es antiguo y que fue revelado en las páginas de las Escrituras del Antiguo Testamento. Hay otro aspecto del evangelio que es nuevo y que había sido mantenido en secreto durante ese período, pero que fue dado a conocer durante la edad presente por Pablo y por otros profetas y apóstoles del Nuevo Testamento.

El mensaje del evangelio se centra alrededor de la vida y la obra de Cristo, especialmente su muerte sustitutiva y su resurrección corporal. Pablo define más claramente el evangelio: «Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras….y resucitó al tercer día conforme a las Escrituras». La cruz y la tumba vacía no tienen que ser predicadas conforme a nuestras ideas y opiniones, sino estrictamente en conformidad y en concordancia, con lo que ha sido revelado acerca de estos tremendos eventos en las Escrituras, para ser exactos, en los escritos del Antiguo Testamento. 

Hoy tenemos un aspecto de «misterio» en el evangelio, que era desconocido en otras edades. Pero que ahora, en esta edad, forma el verdadero núcleo de la predicación. Pero, para que nadie acuse al evangelio de novedad, difamándolo, el apóstol apela a las Escrituras de los profetas, en las cuales se predecía lo que ahora vemos cumplido.