Cristo, ¡la llave que todo lo abre! Ejemplo

Hades: muerte. Cristo: vida

Si Cristo no gobierna al mundo por medio de la iglesia, el Hades (la muerte) seguirá rigiendo las naciones. Pero la iglesia tiene la llave que frena ipso facto el avance de Hades. En la siguiente porción de la Escritura vemos estos dos sistemas. «El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia».

Este texto muestra con claridad que hay dos sistemas, (muerte y vida), por un lado el sistema de muerte presidido por el Hades, y por otro, el sistema de vida presidido por Jesucristo. También debemos recordar que la primera vez que se menciona la palabra muerte, es en Génesis 2 «pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás».

¿Para Adán era una muerte literal? Por supuesto que no, la muerte a la que Dios se refería, era de aspecto espiritual. Cuando Adán fue echado del huerto, murió a la vida que emanaba del fruto del árbol de la Vida. 

La caída de Adán

De hecho, la expresión «caída», lo que significa literalmente es cadáver.  Cadáver, es un cuerpo que ha entrado en etapa de descomposición. La palabra descomposición significa separar elementos que estaban juntos. ¡Esto es clave entenderlo!

Esa separación de Adán con la vida –Cristo– produjo la muerte, ésta produjo descomposición, y la descomposición, todo un sistema de corrupción. Es lo que quiere decir la expresión «la caída del hombre». Cuando el hombre fue destituido de la gloria de Dios, allí se produjo la caída. Esa caída, muerte, trajo como consecuencia, que la humanidad fuera un cadáver descompuesto ante la justicia de Dios. 

Esa descomposición, ha arrastrado hasta hoy entre las generaciones de la tierra, una naturaleza corrupta, que solo Cristo con su iglesia y la naturaleza incorruptible pueden detener.

Aunque Adán siguió almáticamente vivo, fuera del huerto era un cadáver para los asuntos del reino. No estar en el reino, es ser un cadáver viviente en la tierra. Por eso, el apóstol Pablo dijo: «Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados». No era una muerte física o literal, pero sí espiritual. Andar en delitos y pecados, es estar bajo el sistema del Hades y por ende, de la muerte.

Desde que Adán murió, las generaciones de la tierra cargan un cadáver en descomposición encima. El enemigo de la iglesia hoy, es todo un sistema de muerte, y la «ekklesía» lo puede detener. Sin duda, este es el momento para que te levantes a detener las puertas del Hades, con la naturaleza divina que has recibido.