Manifestación del propósito eternoMuestra

Dios nos encontró cuando estábamos perdidos

Todo lo que existe, lo creado, lo visible y lo invisible, fue sujeto a sus pies, no a los nuestros. Todo fue creado por Él y para Él. Mi vida fue creada por Él. 

En las parábolas de Jesús, nos habla de la oveja perdida, de la moneda perdida, el hijo pródigo donde el hijo se pierde, se va lejos del padre. Cuando el hijo regresa a donde está el padre, dice, este hijo está muerto y ha vuelto a vivir. Tú y yo estábamos perdidos, Él fue quien nos encontró. Tú no encontraste a Dios. Él nunca estuvo perdido. Él nos buscó a nosotros. El mérito no es nuestro, todo el mérito es de Él. Es obra de Él. Nos encontró cuando estábamos perdidos, no estábamos dando con el objetivo. ¿Por qué nos buscó? No fue para que no nos volvamos a perder.

Hay algo más allá. En la parábola de las dragmas, la mujer buscaba una moneda. ¿Para qué? ¿Será que quería agarrar la moneda, lavarla, desempolvarla, ponerla como premio en algún sitio o quería usarla? La oveja se pierde, y el pastor deja 99 ovejas y sale a buscar la que está perdida. ¿Por qué hace eso? Porque esa oveja para ese pastor representa lana, carne, una ofrenda, venderla, en resumen le da dinero. Esa oveja tenía un valor en sí misma. Si hubiera sido una oveja sin lana, flaca, enferma y a punto de morir, el pastor no deja las 99. Fue a buscar una oveja que tenía valor.

Tu vida tiene valor para Dios, tiene un uso para Dios. El pastor no encontró la oveja para acariciarla, ¡no!, la puso a producir. Tú no buscas algo inservible. Dios te encontró porque sabía que tú puedes darle mucho a Él. El propósito eterno entonces, es que se dé a conocer al Padre mediante el Hijo. Lo que tiene valor de tu vida es la capacidad que tienes, para dar a conocer al Padre, para que a través de Cristo podamos manifestar lo que Él es. 

No fue para consentirte y que nada te pase. ¡No! Fue porque vio valor en ti. Vio que tú podías hacer su propósito eterno. Todo fue creado por Él y para Él. Tú fuiste creado por Él y para Él. Debemos entender que Él y todos sus angelitos no están alrededor tuyo para ver qué se te ofrece, como algunos enseñan. No, esa es la mentalidad que se tenía antes, que el sol giraba alrededor de la tierra. La tierra es la que gira alrededor del sol. El hombre, es el que gira alrededor de Dios, no Dios alrededor nuestro.