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Quiero ser sabioMuestra

Quiero ser sabio

DÍA 4 DE 7

Actitud del corazón

Si alguien dice que es muy espiritual, y ve a un hombre violando a una joven, se acerca y le dice: mira, quiero orar por ti, para ver si mientras haces este acto, te arrepientes y dejas de hacerlo. ¡Sería una tontería! Pero si soy una persona sabia, agarro un bate y le doy un golpe a ese hombre, lo que parecería ser malo, golpear a un hombre, en ese momento estoy utilizando prudencia y estoy siendo sabio. Porque debo evitar ese acto a cualquier costo. 

La sabiduría produce que seamos prudentes, que tengamos el discernimiento de hacer las cosas necesarias en el momento preciso. La prudencia, tiene que ver con la actitud de mi corazón hacia la sabiduría de Dios, que me enseña a ser prudente, que aprenda a tener el comportamiento correcto para cada ocasión. Por eso, Dios tiene sabiduría para cada aspecto de la vida y desea que vivamos moviéndonos en su sabiduría, hablando de acuerdo a su sabiduría, para que nuestra vida sea mejor y lo glorifique. 

Dios nos dio su Espíritu y ha derramado su amor en nosotros, para que seamos sensibles a su voz y decidamos lo que es mejor en cada momento de nuestras vidas. Muchas veces la sabiduría opera completamente contraria a lo que piensan los hombres, a la manera en que los hombres contemplan la vida. 

Honrar a Dios con nuestros bienes, es muestra de sabiduría. La sabiduría humana, natural, dice que entre más atesoras más tienes. Pero la sabiduría de Dios dice que si aprendes a dar,  vas a tener más. Porque la sabiduría de Dios, difiere de la sabiduría de los hombres. En la sabiduría de Dios, los pocos recursos del hombre son suficientes. La poca harina y el aceite que tenía una viuda, fue suficiente, porque esta mujer hizo lo que era prudente en ese momento, actuó de acuerdo a la sabiduría de Dios y vivió el milagro de la multiplicación en su vida. 

La sabiduría de Dios y la sabiduría humana

  • En la sabiduría de Dios, los últimos se convierten en los primeros. 
  • En la sabiduría de Dios, el más grande es el que sirve a los demás. 
  • En la sabiduría de Dios, el más manso es el más fuerte, en tanto que en la sabiduría humana, el más fuerte es el que más grita. 
  • En la sabiduría de Dios, Dios escoge y cuando lo hace, toma lo débil, lo vil y menospreciado, para con eso hacer lo necesario. 
  • En la sabiduría de Dios, es más bienaventurado dar que recibir. 
  • En la sabiduría de Dios, el que pierde su vida la gana. 
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Acerca de este Plan

Quiero ser sabio

Muchos hijos de Dios viven frustrados porque no saben qué hacer después de creer en Cristo, consideran que automáticamente sus vidas van a ser diferentes y que los problemas van a desaparecer. Pero en realidad, Dios ha entregado a cada uno de sus hijos los recursos para que aprendan sabiduría y prudencia, para tener una vida fructífera, para entender sus caminos y vivir sabia y reposadamente. 

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Gerardo Cárdenas, pastor de la iglesia El Centro Cristiano Alfa y Omega en Houston, y El Centro Woodlands en The Woodlands, Texas en convenio con El Centro Network. Si desea saber más de estas organizaciones, por favor visite http://www.enelcentro.org y http://www.elcentronetwork.com