Manantiales en el desiertoMuestra
A dos artistas pintores se les pidió que ilustraran su propia idea del descanso. El primero escogió para su escena un lago solitario y en quietud, enclavado en medio de una serie de montañas distantes. El segundo, con fuertes y certeros trazos sobre la tela pintó una gran cascada. Debajo de las aguas que caían con violencia, pintó un frágil abedul que se inclinaba por la fuerza del agua. Y en una de sus ramas, casi mojado por el agua atomizada, un petirrojo tranquilo en su nido. La primera pintura era simplemente una descripción de inamovilidad e inactividad. La segunda, sin embargo, describía descanso. Exteriormente, Jesús soportó una de las más tormentosas vidas jamás vivida. Tormentas y tumultos, tumultos y tormentas.
Marejada tras marejada vinieron contra él hasta que su cuerpo desgastado fue puesto en la tumba. Sin embargo, su vida interior fue tan suave como un mar de cristal. Allí siempre reinó una gran calma. Cualquiera pudo ir a él en cualquier momento y hallar descanso. A pesar de que los sabuesos humanos no dejaban de acosarlo en las calles de Jerusalén, se volvió a sus discípulos ofreciéndoles su legado final: mi paz.
El descanso no es una percepción del cuerpo que se obtiene en la iglesia. Es un estado de calma que surge del corazón y que está profunda y firmemente arraigada en Dios. —Henry Drummond
Escrituras
Acerca de este Plan
Un plan de lectura basado en el devocional Manantiales en el desierto , una colección de meditaciones y oraciones, mensajes cristianos y promesas de Dios. Lleno de la provisión de Dios y el propósito de su plan, Manantiales en el desierto llevará tu vida de lugares secos y desolados a lugares donde fluyen las aguas del río de la vida, y más allá, a su fuente.
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Nos gustaría agradecer a Mariela Sandoval en conjunto con Editorial Vida y HarperCollins por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://goo.gl/1ixAqp