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La condición de su matrimonio, revela la condición de su vida espiritual

En ocasiones, a veces es más fácil obtener que mantener. La boda dura un día, el matrimonio en cambio, es para el resto de tu vida. Necesitamos fortalecernos en esta área.

La mayoría nos sorprendimos al casarnos, no teníamos idea de qué estábamos haciendo. Cuando se casaron, la mayoría dijo: ¡yo no estoy preparado para esto! Es un proceso de aprendizaje, y en realidad todos tenemos nuestras propias ideas antes de casarnos. Cuando entramos en el matrimonio nos damos cuenta que la cosa no es lo que realmente creíamos, hay algunas ideas que tenemos, que deben ajustarse y renovarse. A veces las expectativas no son realistas y necesitan de ajustes menores, en otras ocasiones, los ajustes menores son los que te dan una ganancia mayor. La Biblia dice que son las cosas pequeñas, las zorras pequeñas que perjudican la hortaliza; son los detallitos que causan que algo florezca o que algo empeore. El matrimonio es un proceso y puede mejorar o empeorar.

Hay ciertas personas que se casan contentos y luego están amargados, porque dicen: mi matrimonio está aquí y es una cosa, y mi vida espiritual está aquí y es otra cosa. Eso es un gran error, porque el matrimonio está cien por ciento interconectado con su vida espiritual. El matrimonio no se puede separar de la vida espiritual; hay gente que cree que pueden ser muy espirituales y tener un terrible matrimonio, están en un engaño.

La condición de su matrimonio, revela la condición de su vida espiritual. En la iglesia algunas de las personas han cometido ese error, creen que pueden separar estas dos cosas, levantan la mano, brincan, danzan, dicen aleluya, gloria Dios, y, cuando van a la casa no logran tener una buena conversación con su pareja, sin enojarse, sin lastimarse, y sin hacer el resto de las demás cosas, que ni vamos a mencionar. Maldicen a su pareja, y al otro día en la congregación están «alabando a Dios». No nos damos cuenta que no es posible separar la condición matrimonial de la espiritual, es más, la condición de su matrimonio, revela en verdad el nivel de su vida espiritual.

Debemos entender que el matrimonio no es simplemente la unión de dos personas, para vivir juntos, tener hijos, y ser íntimos físicamente. Hay gente que se cree que es «espiritual» porque tienen la apariencia de serlo, pero en la casa no dan fruto, y hay gente que dice: no, yo, normalmente no soy así, solo es cuando me enojan. Pero debemos entender que el matrimonio es el lugar perfecto donde fomentamos el crecimiento de nuestra vida espiritual.