Perdoné a mi padreMuestra
Con los días contados
Mis padres se separaron cuando mis siete hermanos y yo éramos pequeños. Quizá es la típica historia de muchas familias, donde el padre se va y la madre queda con los siete hijos y tiene que trabajar para sacarlos adelante.
Cuando era niño, me gustaba jugar fútbol; era muy bueno. A los siete años, me encontraba en un campo jugando fútbol, en ese tiempo éramos muy pobres, tenía los zapatos rotos, no me di cuenta y, ¡pateé con fuerza una piedra en lugar del balón! Me lastimé dos dedos del pie, con herida expuesta. Pero como iba tarde para mi casa, llegué a escondidas, para que mamá no me viera, por eso no fui a que me atendieran. Eso provocó una terrible infección.
Días después, mi mamá se dio cuenta de la infección. Me preguntó consternada, qué había pasado. Le conté con detalle y me llevó al médico de urgencia para que me revisaran. Esa consulta se convirtió en una estadía de un año en el hospital, porque tenía gangrena y se me habían infectado los dedos. La gangrena fue avanzando, también mi corazón estaba mal, todo se complicó. Llegó un punto en que el doctor decidió que me fuera a la casa, porque ya no había nada que hacer, me iba a morir. Decidieron que tenían que amputar el pie y luego toda la pierna, pero como me iba a morir, ya no era necesario hacer nada.
Mi madre tomó la decisión de un segundo esfuerzo, preguntó dónde me podían ayudar, pero el doctor dijo que no había remedio, que ya estaba por morir. La única opción que podía haber, era que me llevaran a la ciudad de México. El médico que autorizó mi salida a México dio unas indicaciones, una de ellas no la supe en el momento, pero mi mamá sí, y era que a medida que fuera subiendo a la ciudad iba a morir por la altura, pues mi corazón no iba a resistir. El día que iba a salir a México, este doctor también hacía ese viaje; lo tremendo es que él se mató en un accidente y nosotros logramos llegar a la ciudad. Nunca sabemos lo que va a ocurrir en esta vida. Tenemos planes, pero no sabemos qué pueda pasar, estamos en un mundo imperfecto. La desobediencia del hombre provoca todo lo que ocurre, aunque a veces queremos culpar a Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan devocional de seis días, es el testimonio de vida de Miguel Cassina con su padre, quien lo abandonó en su niñez, en medio de una terrible enfermedad y diagnóstico de muerte. Vemos cómo se manifiesta el amor de Dios, que transforma cualquier situación: trae salvación, restauración y perdón aunque humanamente parecería imposible.
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Nos gustaría agradecer a Miguel Cassina, de acuerdo con El Centro Network por proporcionar este plan. Si quiere saber más sobre estas organizaciones, visite: https://www.facebook.com/miguelcassina/ y http://www.elcentronetwork.com