Creemos en Jesús: El ProfetaMuestra
Llamado por Dios: Ezequiel 2:1-2
En el Antiguo Testamento, Dios llamó a mucha gente para servirle como profeta. Este llamado no era una invitación; era una orden divina. Dios, el rey divino, ordenó a uno de sus ciudadanos a servirle como su embajador. Vemos esta orden divina cada vez que el Antiguo Testamento registra la llamada de un profeta. Por ejemplo, consideremos el llamado del profeta Ezequiel en Ezequiel 2:1 y 2:
Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo.
Y luego que me habló, entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba. (Ezequiel 2:1-2)
Aquí vemos que cuando Dios le ordenó a Ezequiel pararse y escuchar la comisión, también envió su Espíritu para asegurarse de que Ezequiel cumpliera los requisitos. El llamamiento de un profeta era una oportunidad para que Dios ejerciera la toma de decisiones como rey celestial de su pueblo.
Dios frecuentemente emitía esos llamados proféticos directamente al profeta, a menudo de manera audible. Dios directamente llamó a Samuel en 1 Samuel 3, a Isaías en Isaías 6, a Amós en Amós 7 y a Jeremías en Jeremías 1.
Pero en otras ocasiones, Dios comisionó a profetas de manera indirecta al instruir a algún profeta que llamara a otro. Por ejemplo, en 1 Reyes 19:16, Dios le mandó al profeta Elías comisionar a su sucesor Eliseo. Tal llamado también nos ayuda a entender la compañía de los profetas y los hijos de los profetas, vista en lugares como 1 Reyes 20 y 2 Reyes 2, que eran grupos de profetas centrados alrededor de un profeta llamado divinamente. A pesar de que el llamamiento venía directamente del profeta de Dios o a través de un siervo autorizado de Dios, el llamado del profeta venía por iniciativa del Señor a final de cuentas. Sin este llamado sobrenatural nadie podía volverse profeta, sin importar sus buenas intenciones, devoción a Dios o conocimiento de la palabra de Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura investiga la doctrina de la cristología, centrándose en la persona y la obra de Jesucristo. Jesús es Dios encarnado, el centro de toda la historia, y la única esperanza para la salvación de la humanidad y de la creación.Este plan explora el cumplimiento de Jesús del oficio de profeta del Antiguo Testamento.
More
Nos gustaría agradecer a Third Millennium Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/