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Libertad en la confesión
Lectura: 1 Juan 1:9
DEVOCIONAL: 1 Juan 1:9
Ningún pecado es demasiado sucio. Dios limpia cualquier cosa cuando nos volvemos a Él con un corazón de arrepentimiento. Si admitimos de verdad que somos pecadores y le pedimos a Dios que nos perdone, Él siempre nos recibirá con brazos abiertos.
Confesar es reconocer que somos pecadores y que necesitamos a Cristo. Acordamos odiar lo que hiere el corazón de Dios y seguirle de todo corazón. La libertad viene cuando rendimos nuestro egoísmo y dice “Jesús es el Señor de mi vida”.
Señor, soy pecadora. Necesito Tu perdón. Quiero reconocer que Tú eres mi Señor con todo mi corazón, mente y alma. Que mis motivos, pensamientos, palabras y acciones, te glorifiquen. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Aunque otros hagan promesas y las rompan, Dios nunca lo hace. Lo que promete, lo cumple.En este estudio de cuatro semanas sobre promesas de Dios, veremos cómo Dios promete: estar contigo, ayudarte y sostenerte. Nunca olvides que Dios es santo y que, a causa de eso, no le resulta difícil mantener Sus promesas. Las promesas de Dios no fallan, no cambian, son verdad.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://amaadiosgrandemente.com/
