No Se Trata De MíMuestra

«Es mejor dar que recibir»

El dar y compartir no es una cualidad inherente en un ser humano ni algo que adquirimos naturalmente, si no que es algo que es enseñado. Los niños preescolares están tan ensimismados y enfocados en sus propios deseos y necesidades que compartir no es una de sus prioridades. Si te pones a jugar con un niño de 3 a 4 años vas a darte cuenta rápido que una de sus palabras favoritas es «mío».

Recuerdo que tenía en mi clase una niña que no entendía por qué debíamos compartir. En una ocasión preparamos bolsas con dulces y un pequeño juguete para los niños que visitaran la iglesia por primera vez. Ella lloró el día que hicimos las bolsitas, porque no quería compartir los juguetes. Así, cada vez que hacíamos actividades de esta índole tenía que recordarle que es mejor dar que recibir. Pero aunque le costó entenderlo, estoy segura de que lo aprendió. Hace unas semanas, tuve el privilegio de verla compartir su fe ante cientos de personas. Es probable que parte de su valentía es el resultado de un corazón que aprendió la importancia del servicio.

Crear oportunidades para que los niños hagan actos de servicio nos presenta la oportunidad de enseñarles que es mejor dar que recibir y que al dar de nuestro tiempo y al compartir lo que tenemos y nuestros talentos estamos amando a nuestro prójimo.

 «Maneras en que pueden servir los niños»

Aquí les comparto diferentes maneras en que pueden servir los niños.

Familia y amigos

• Hacer el quehacer en la casa sin que se le pida.
• Jugar con sus hermanos menores.
• Ayudar a sus amigos con su tarea.
• Limpiar el auto familiar o la cochera.

Iglesia local

• Limpiar la iglesia.
• Servir como ujieres, saludando, miembros del equipo de adoración, etc.
• Ayudar a un anciano con el quehacer de su casa.
• Ayudar a preparar una cena para algún estudiante universitario.
• Hacer bolsas de regalos para las visitas a la iglesia y el ministerio de niños.
• Hacer tarjetitas para las personas de la iglesia que están enfermas o en el hospital.

Comunidad

• Recoger la basura de un parque local.
• Preparar paquetes de atención básica para personas sirviendo en el ejército u otra agencia de servicio, tal como equipos médicos de emergencia, el departamento de bomberos u otras agencias de orden público.
• Visitar un asilo de ancianos, y hacer tarjetas para cada persona que van a visitar
• Permitir que los niños mayores planifiquen y celebren (con la ayuda y la supervisión de un adulto) una escuela bíblica de verano en un parque local.
• Pedir a los niños que recolecten víveres para un banco de alimentos o centro de indigentes. Ayúdelos a fijar una meta e idear maneras para promover el proyecto y recolectar artículos.

Mundo

• Viajes misioneros (considere realizar viajes a áreas locales si quiere una opción económica).
• Recaude dinero para un proyecto misionero. Los niños pueden planificar y completar varios proyectos de recaudación de fondos.
• Los niños también se pueden comunicar con los misioneros vía correo electrónico o enviando cartas de ánimo.