Adviento: el camino hacia la NavidadMuestra

Fe Sin Vacilación

Piensa acerca de un tiempo cuando oíste de Dios, fuera una promesa, una confirmación o una convicción. ¿Cuál fue tu respuesta inmediata? ¿Actuaste sobre lo que te dijo o te pusiste a pensar si acaso de verdad fue Su voz la que escuchaste? Quizás estabas seguro que fue Su voz lo que escuchaste pero vacilaste. (Ojo: ¡Está bien, todos lo hemos hecho!)

Lucas 2 dice que cuando los ángeles avisaron a los pastores de las Buenas Nuevas acerca del nacimiento de Jesús, se apresuraron a buscarlo. En vez de esperar y permitir que la duda creciera, ellos respondieron inmediatamente. ¡Esto tomó gran fe! Ciertamente quisieron conocer a Jesús, pero también tuvieron preocupaciones terrenales. ¿Qué harían con su rebaño? ¿Debieron hablar primero con sus familias? ¿Estaban vestidos apropiadamente? ¿Simples pastores eran dignos de conocer al Rey de Reyes? No permitieron que ninguna pregunta que nosotros pudiéramos tener los detuviera de responder a Dios rápidamente.

Mientras seguimos a Jesús, tenemos que adoptar este tipo de fe. Cuando vacilamos con Dios, creamos un lugar para que la duda, el temor y la inseguridad crezcan, ninguna de estas cosas procede de Él. Cuando escuchas una palabra específica de Él, confía en su dirección. Él te dará lo necesario para hacer lo que te pidió. Solo necesitas responderle. ¡Agita tu fe hoy y decide por adelantado que te moverás cuando Dios te diga que te muevas, sin importar nada!

Oración: Padre, gracias por Tu paciencia conmigo. Perdóname por los tiempos en que he vacilado cuando me has llamado. Quiero seguir Tu plan para mi vida. Fortalece mi fe y ayúdame a responder rápido a Tu llamada.

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