El Credo de los Apóstoles: El Espíritu SantoMuestra
Los Nombres del Espíritu Sugieren Su Deidad: 1 Corintios 2:11
El Espíritu Santo es llamado por una multitud de nombres en la Biblia. Algunos de esos nombres sugieren su divinidad de una forma muy implícita. Otras de una forma muy explícita lo llaman divino. Y todavía otras caen entre los dos extremos mencionados.
Tal vez el nombre que implica su divinidad de una manera más enfática es el nombre de Espíritu Santo. El término "santo" se puede utilizar en los aspectos de la creación que no son de ninguna manera divina. La palabra "santo" generalmente se refiere a cosas que son distintas de sus contrapartes comunes porque de alguna manera son especiales para Dios. Así, la palabra "santo" no indica, por sí sola, que el Espíritu Santo es divino.
A pesar de ello, es importante señalar que a través del Antiguo Testamento, es a Dios a quien repetidamente se le refiere como el Santo. Esto lo vemos en docenas de pasajes, como por ejemplo 2 de Reyes19:22, Isaías 30:11-15, y Oseas 11:9-12. Y hay otros pasajes que parecen referirse a Dios por el nombre Espíritu Santo, como Isaías 63:10-11. También vemos este tipo de nombres en la literatura judía antigua no inspirada, como en el libro de Sabiduría 9:17. Contra este fondo del Antiguo Testamento, es legítimo ver en el nombre de "Espíritu Santo" una implicación a la divinidad.
Con estos nombres implícitos en la mente, veamos algunos nombres que indican la divinidad del Espíritu Santo en maneras que caen entre lo implícito y lo explícito.
Estos nombres incluyen el Espíritu del Señor, el Espíritu de Dios, y el Espíritu del Dios vivo. También, el Espíritu de Jesús, el Espíritu de Cristo, el Espíritu de Jesucristo. Y el Espíritu de (vuestro) Padre, el Espíritu de Su Hijo, y el Espíritu de quien resucitó a Jesús de la muerte. Todos estos nombres sugieren que el Espíritu Santo es divino indicando que Dios está unido al Espíritu Santo en la misma manera en que el humano está unido a su propio espíritu.
Pablo explícitamente hace esta conexión en 1 de Corintios 2:11, donde él escribe estas palabras:
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios (1 Corintios 2:11)
Nuestros espíritus son parte de lo que forma al ser humano. Y no hay nada inhumano en ellos. Son totalmente humanos. En el mismo sentido, el Espíritu Santo es enteramente divino. Y esto es lo que le permite conocer la mente del Padre. Así por su obra de revelar la mente de Dios a los cristianos, el Espíritu santo demuestra que es Dios.
Finalmente, hay algunos pasajes que son muy explícitos al referirse al Espíritu Santo con el nombre “Dios”.
Consideremos las palabras de Pedro a Ananías en Hechos 5:3-4:
Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?… No has mentido a los hombres, sino a Dios. (Hechos 5:3-4)
En este pasaje, Pedro primero dice que Ananías ha mentido al Espíritu Santo. Y después Pedro explica, lo que quiso decir cuando menciona que Ananías ha mentido a Dios. Aquí el apóstol Pedro claramente llama al Espíritu Santo “Dios.”
Así que, al considerar los nombres con los cuales el Espíritu Santo es llamado en la Escritura, podemos ver como muchos de ellos indican su divinidad en maneras que abarcan desde lo muy implícito hasta lo muy explícito.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura habla de la divinidad del Espíritu Santo, de su plena pertenencia a la Divinidad. Considera su personalidad, notando que el Espíritu Santo es una persona verdadera y no simplemente una fuerza divina. Y explora el trabajo que el Espíritu Santo hizo en el pasado, y que continúa haciendo hoy.
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Nos gustaría agradecer a los Ministerios del Tercer Milenio por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/