Amiga, lávate esa caraMuestra
Las mujeres que tienen empleos fuera de casa a veces tienen que abrirse paso entre los sistemas patriarcales. Reciben reacciones negativas de parte de nuestros padres o suegros que no entienden nuestro deseo de trabajar, mientras que las mamás que se quedan en casa nos critican por no estar con nuestros hijos. Estoy segura de que las mamás que se quedan en casa se sienten igualmente criticadas por las mujeres que trabajan debido a que no se identifican con sus decisiones. Es como si todas fuéramos niñas en el patio de recreo tratando de decir lo que otros quieren oír, y tratando de ocultar todas las partes que los demás tal vez no entiendan. Esto me hace pensar en cuántas mujeres andan por ahí viviendo solo la mitad de su personalidad, y al hacerlo se están negando la posibilidad de ser todo lo que su Creador tenía en mente cuando las creó.
¿De verdad piensas que Dios te creó —así de única y maravillosa— esperando que negaras quién eres realmente solo porque otros podrían sentirse mal? ¡No puedo creer que sea cierto! Mientras más lo pienso, más convencida estoy de que Dios me creó así. Él sabía que tendría un corazón de trabajadora, y sabía que desearía hacer realidad grandes sueños. De igual manera, él también sabía que el propósito de algunas de sus hijas sería quedarse en casa y criar a sus hermosos bebés, mientras que otras no desearían tener hijos.
¿Has pasado toda tu vida silenciándote por miedo a lo que otros puedan pensar? ¿Eres una empresaria que le llama a su negocio un pasatiempo porque te preocupa lo que tu suegra pueda decir o porque es más seguro mantener bajas las expectativas de los demás? ¿Estás dudando si regresar o no a la escuela porque piensas que no eres lo suficientemente inteligente?
¿No te atreves a intentar algo nuevo porque ya estás segura de que fracasarás? ¿Te quedas callada cuando tienes mucho que decir? ¿Crees que nunca serás mejor ni llegarás más lejos a causa de tu familia de origen? ¿No te atreves a pronunciar tus sueños en voz alta porque estás nerviosa de que otros se burlen de ti o te juzguen por tus decisiones?
Creo que no eres un error, y sentirte culpable con respecto a quién eres (miembro de la fuerza trabajadora, ama de casa, obesa, flaca, con demasiada educación, sin educación, emotiva, estudiosa, de la «calle» o lo que sea) te denigra a ti y a tu Creador.
Existen cientos de maneras de perderte, pero la más fácil de todas ellas es negarte a reconocer quién eres realmente.
Tú —la tú verdadera— no es un accidente.
Escrituras
Acerca de este Plan
Con ingenio irónico y sabiduría ganada con esfuerzo, Rachel Hollis, ayuda a los lectores a liberarse de las mentiras que les impiden vivir la vida exuberante y llena de alegría que deben tener. Un plan de lectura basado en el libro best seller ahora en español Amiga, lávate esa cara.
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Nos gustaría agradecer a Mariela Sandoval junto con HarperCollins y Grupo Nelson por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://rachelhollislibros.com/