Preparando Nuestros Corazones para la Pascua: Un Devocional de la CuaresmaMuestra

"Día 8: El Sacerdote"

¿Quiere Ud. que los males de este mundo se rectifiquen? En este texto, aprendemos en el versículo 28 que el papel de los sacerdotes era 1) "subir a mi altar” — ellos deberían haber ido delante de Dios en nombre del pueblo para interceder y rogar por ellos; 2) "quemar incienso " — este era un deber religioso y un ritual que honoraba a Dios (Levítico 16:13); y 3)"llevar el efod " — lo que marcaría a los sacerdotes, como los que aconsejaban a las personas con la sabiduría de Dios. En el versículo 29, vemos que los hijos de Elias, que eran los sacerdotes en ese tiempo — los mismos que deberían haber estado cuidando a la gente — estaban en realidad “engordándose" a sí mismos injustamente con el trabajo de los demás. No sólo era esta injusticia, sino que las mismas personas que deberíeron haber cuidado de los demás, estaban causándoles daño. ¿Cómo podria Dios rectificar estos errores?

Cuando nos fijamos en nuestra propia vida y en la vida de los que nos rodean, frecuentemente nos hacemos la misma pregunta. ¿Cómo rectificará Dios los errores del mundo? Esto se convierte en una pregunta traumática cuando nos damos cuenta, de que somos culpables de hacer el mal a otros. Las mismas personas que sabemos que deberíamos amar y servir, son frecuentemente las víctimas de nuestro egoísmo cuando nos enfocamos en nuestros propios intereses y prioridades.

Nos han dicho que Dios ve estas injusticias y que él tiene que detenerlas (vv. 30-31) así mismo como administrar consecuencias justas a las partes ofendidas (v. 34). Necesitamos que los males se detengan, pero también necesitamos a alguien que vaya delante de Dios y ruegue por nosotros, asi como tambien nosotros somos pecadores. ¿Quién será? El versículo 35 dice, “Y yo levantaré para mí un sacerdote fiel … mi ungido por siempre”. La palabra para “fiel” en hebreo también significa “perdurable”, por lo que este sacerdocio durará para siempre, pero el hecho de que él es “mi ungido por siempre” significa mi “rey” en este contexto. ¿Quién es a la vez un sacerdote fiel y perdurable que es también el rey para siempre? Sólo una persona en la historia podría ser las dos cosas — Jesús.


Oración

Señor Jesús, gran sumo sacerdote y rey duradero, has abierto un camino para que podamos acercarnos a ti a pesar de que somos a menudo culpables en nuestros pensamientos, palabras y obras. Danos tu gracia que restaura, conserva, guía, guarda y suple nuestra esperanza. En el nombre de Cristo, amén.

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