Serie Ejercicio de confianza- Mitos sociales o verdades espirituales Muestra

Mitos ingeniosamente inventados, desacreditados

Necesitamos desafiar cada mito ingeniosamente inventado que nuestra cultura nos ha dado. En las Escrituras, podemos encontrar sabiduría eterna de Dios que refuta las mentiras del enemigo. Aquí hay ejemplos de estos mitos prestados por nuestra cultura, cada uno corresponde a verdades enraizadas en la Palabra de Dios.

Mito: Nuestro valor es externo. Las mujeres pueden sentir la presión de verse hermosas y vestirse sexys para obtener la atención que necesitan. Los hombres pueden sentir la presión de la importancia vinculada al dinero o los logros.

La verdad: Tienes una identidad eterna en Cristo; tu valor es eterno, no es externo. No importa cómo te veas, actúes, cuánto ganaste o perdiste, lo extraordinario es que tu identidad está en Cristo.

Mito: La felicidad es nuestro objetivo final y justifica cualquier cosa. «No estoy feliz en mi matrimonio, así que me voy a divorciar. No estoy contento con la forma en que fui creado, así que me voy a operar. Voy a hacer lo que sea necesario, para ser feliz».

La verdad: Dios está más interesado en tu santidad que en tu felicidad. Podemos tener verdadera alegría en medio del sufrimiento. Algunos de los mayores desafíos en nuestra vida realmente nos moldean para ser las personas que Dios quiere que seamos. Crecemos en los tiempos difíciles. ¿Podemos ser felices? ¡Por supuesto! Pero la felicidad, ¿es nuestro objetivo final?

Mito: Podemos romper leyes naturales, bíblicas y financieras, y sobrevivir. Este mito dice que podemos romper todo tipo de leyes para que podamos prosperar. ¿Realmente creemos que podemos comer lo que queramos y nunca enfermarnos? Que podemos hacer lo que queramos sexualmente y no tener consecuencias; o tener todo tipo de deudas, pero, de alguna manera, ¿alguien más nos dará de baja?

La verdad: Podemos confiar en el Creador y vivir en sus principios. 

Mito: Podemos reescribir la historia y redefinir la verdad. Este mito nos hace creer que podemos volver a legislar y revivir en la historia. Y que los humanos podemos declarar qué es la verdad. Como en esos programas de televisión donde se deslizan en una conjetura descarada presentándolo como un hecho, «Como venimos de los monos, esto sucedió y así ...»

La verdad: Debemos aprender del pasado y amar la verdad.

Mito: Todos van al cielo y la sinceridad es igual a salvación. Algunas personas piensan que mientras seas sincero en tu fe, cualquier cosa puede ser, entonces todo es bueno y Dios te dejará entrar.

La verdad: Las Escrituras no dicen que todos irán al cielo, o que no necesitan compartir su fe. Tenemos que compartir las buenas nuevas, que Jesús ha venido, está vivo, murió en la cruz para pagar nuestro pecado y es nuestro mayor gozo llegar a conocerlo.

Mito: Nunca me pasará a mí. «Todos los demás contraerán cáncer, tendrán problemas comerciales y asuntos maritales, menos yo».

La verdad: Puede suceder, espero que no, pero, Dios todavía es bueno. Si creemos que es mentira cuando algo nos sucede, desechamos nuestra fe pensando: «¿Cómo pudo Dios permitir que eso suceda?» Ha sucedido en otras personas durante siglos, pero, cuando nos pasa a nosotros, nuestra fe queda resquebrajada.

Mito: Ya no existe el bien o el mal; nada es moral o inmoral, es solo una decisión personal. 

Cuando ya no hay absolutos; todo es solo una construcción social, todo depende de ti y todos quieren que los demás se salgan de sus asuntos y se alejen unos de otros, para que no se ofendan.

La verdad: Dios puso límites, reglas y otras personas para nuestro bien y alegría. Recogeremos lo que sembramos.

Mito: Creer en ti mismo puede reemplazar la creencia en Dios. Todo lo que necesitas es una gran autoestima. Puedes hacerlo. Puedes hacerlo todo.

La verdad: Creer en Dios, nos da autoestima correcta y normal. No puedes hacer todas las cosas. No puedes decidir todo. No puedes arreglar todo. Creer lo contrario, pone al hombre en el trono y lo hace dios. Nos alabamos a nosotros mismos, pensando que creer en uno mismo nos permite hacer cualquier cosa, pero hay muchas cosas que nunca podremos hacer. Hay algunas cosas que, en el poder y el propósito de Dios, puedo hacer. Eso no es creer en mí mismo, sino en Dios. Puedo hacer todas las cosas a través de Cristo que me fortalece, no de otra manera.

¿Qué mito astuto se ha metido en la forma en que piensas y vives?  Pedro nos dice: «No sigas mitos ingeniosamente inventados». No importa cuán buena sea la presentación, o cuántas personas lo estén haciendo, sigue las verdades eternas.