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Dato curioso: El autor de este proverbio es un hombre llamado Salomón. Y cuando Salomón era joven, se convirtió en rey de Israel. En ese momento, Dios se ofreció a darle todo lo que le pidiese. En lugar de riqueza o una larga vida, el nuevo rey pidió sabiduría. ¿Por qué? Porque Salomón sabía algo importante: La sabiduría es lo más valioso que podemos tener. ¡Es el filtro que podemos aplicar a cualquier área de nuestras vidas! Pregúntale a un amigo, adulto o líder de grupo pequeño de confianza cómo han usado la sabiduría de Dios para tomar decisiones importantes en sus propias vidas. Deja que sus historias sean un ejemplo de lo valiosa que puede ser la sabiduría en tu propia vida.