Tras las pisadas de JesúsEjemplo

Libertad gloriosa

Cuando pensamos en ser hechos libres, no es frecuente que pensemos en el alcance de esta libertad. No sólo tiene que ver con ser hechos esclavos de vicios, de temores, de opresiones o del pecado mismo. Jesús también nos hizo libres del peso de la ley. De tener que obedecer por miedo y por obligación.

Conocer a Cristo nos ha permitido entrar en un ámbito de obediencia como respuesta, como acto de adoración. Conocerle nos lleva decir como el salmista "¡cuánto amo tu ley!"

Se necesita un grado real de libertad para encontrar deleite en hacerle caso a Dios, porque tener fe no es sólo creer, es también hacerle caso. La obediencia y la fe, siempre van de la mano.

• ¿Qué diferencia hay entre obedecer Dios por miedo y obligación, a obedecerlo como una respuesta a su amor?
• ¿Qué tipo de libertad sientes al no tener que vivir bajo el peso de la ley?
• ¿Qué aprendiste esta semana sobre la libertad que Cristo entrega?