MetasMuestra

No hay nada más emocionante que alcanzar esa gran meta que te has propuesto. ¡Se siente muy bien saber que lo lograste! Viene acompañado de esa sensación de haberte quitado un peso de los hombros, de una sensación de logro y del conocimiento de que puedes hacer grandes cosas. Y una de las mejores cosas de seguir a Jesús es que su poder nos da la libertad de saber que podemos cumplir nuestras metas y enfrentar nuestros desafíos. Entonces, al mirar hacia tu próxima gran meta o gran desafío, recuerda que puedes hacer cualquier cosa con Dios a tu lado. Mientras te tomas el tiempo para orar por esa meta esta semana, pon una de tus canciones de alabanza favoritas. Mientras escuchas la letra, reflexiona sobre cómo la fe en Cristo te ha permitido alcanzar tus metas.