[Serie Nada nos separa de su amor] Dios ofrece aceptación y amorMuestra

Por medio de Jesús, Dios nos ofrece descanso

En su gran amor, Jesús nos dice cómo tener el descanso que tanto necesitamos. Por alguna razón, la mente humana nos juega una mala pasada, al hacernos sentir que no merecemos el amor ni el descanso que Jesús nos ofrece. Frecuentemente nuestro corazón necesita ese descanso verdadero que solo Jesús puede proporcionar. Hoy te invito a acogerte en ese descanso amoroso y sincero de Jesús.

Nadie mejor que él entiende que la carga es pesada. De la misma manera, él sabe que puede ayudarte a llevarla, que se hace más liviana. Es necesario que des el paso de confianza, cree de tal manera que realmente dejes la carga en sus manos y no la vuelvas a tomar. El descanso en Jesús debe ser permanente, es lo que él anhela. Su amor nos sostiene, nos levanta, da paz, seguridad y el descanso que tanto necesita tu alma.

Aprender a descansar en Jesús es parte del crecimiento en la vida como hijo de Dios. Cuando tomamos la carga en nuestras manos, creyendo que podremos manejarla adecuadamente, decimos a Jesús que su descanso no es necesario. No quiere decir que dejas de hacer lo que es necesario, sino que confías que él se encarga y que cualquiera que sea el resultado, lo alabas, lo glorificas y sigues adelante. Cuando lo tomamos en nuestras manos, queremos que las cosas sucedan a nuestra manera, cuando descansamos en Jesús, estamos dispuestos a que las cosas sucedan a su manera y nos gozamos en eso.

¿Cuán grande es tu carga? Nuestro sentir es que nuestra carga es la más grande, sea que tu salud esté quebrantada, que tu esposo te haya dejado, que tu hijo esté en drogas, que tu hija haya quedado embarazada siendo adolescente, que te quedaste sin trabajo, que te pidieron la casa donde vives porque no has pagado el alquiler los últimos tres meses. La lista puede ser más extensa, pero cuando entendemos que cualquiera que sea esa carga, Jesús está dispuesto a llevarla por ti y hacerla más ligera. Puede ser que tu salud siga igual y las situaciones a tu alrededor se mantengan, pero cuando descansas en él, ya no te angustias. 

Frecuentemente se ven milagros, la persona que te arrienda te llama y te dice: «Entendemos que la situación está difícil, te vamos a dar otros tres meses hasta que soluciones tu situación». O te visita tu amiga llevándote un mercado para dos semanas. 

Reflexiona

Cuando descansas en él, puedes sentarte a la mesa y agradecer por los alimentos, aunque no tengas para servirlos a tu familia. Cuando descansas en él, lo alabas así sepas que estás muriendo.