NoéMuestra

Escoger a quién seguir

Seguir nuestros impulsos y deseos nos puede conducir a la muerte. Seguir a Dios siempre nos llevará a la vida. Noé se guardó santo (que quiere decir “separado”). Ese tipo de vida debe de haber requerido profundas convicciones y determinación.

Debido a la fidelidad de Noé, Dios hizo un pacto con él. Al enviar el diluvio como castigo para el pecado de la humanidad, Él proveería una vía de escape para Noé, su familia y un remanente de la creación.

Ahora, Noé también tendría que obedecer cuidadosamente las instrucciones de Dios para estar seguro durante el diluvio. Servir a Dios es más que establecer una relación superficial. Servir a Dios requiere una dedicación continua para poder hacer su voluntad.

En su continua fidelidad a Dios, Noé obedeció todas las órdenes que Él le dio, y construyó un arca. Es probable que sus esfuerzos provocaran la burla de quienes lo conocían. Las Escrituras no nos dan detalles, pero Jesús dijo que esas personas, a pesar de los avisos de Noé, siguieron pecando hasta el día del diluvio.

Dios fue fiel en ambos casos. Dios guardó su pacto con Noé, y al final demostró que Él no había pasado por alto el pecado que había contaminado su creación.

• ¿Cuál es el aporte de tu obediencia a tu relación con Dios?
• ¿Por qué crees que la obediencia y la fe son centrales en la vida del cristiano?
• ¿Es necesario entender a Dios para obedecerlo?
• ¿Qué crees que fue lo más difícil que le tocó hacer a Noé?
• ¿Por qué crees que Dios pidió a Noé salvar animales? ¿No podía crearlos de nuevo?