Siendo Criado por Dios Devocional de 14 DíasMuestra

Mostrar y Decir

 
Si Dios está en todos los momentos de nuestras vidas, y si Dios es bueno y trabajando el bien en todos esos momentos, es lógico que cada hombre deba mostrar y decir los buenos regalos el Padre le ha dado. Teniendo confianza en el corazón del Padre que es bueno es fundacional a ver y conocer sus caminos porque no todos los regalos que él da son brillantes o bellos o abiertos en una fiesta. La mayoría nos vienen al escalar y al caminar siguiendole a él. En el medio de la batalla de Vida y Amor, él nos da regalos buenos. Si un hombre interpreta incorrectamente al corazón del Padre y los caminos del Padre, se garantiza que va a interpretar incorrectamente a los regalos y el entrenamiento del Padre.   

Cuando yo tenía trece años, nos mudamos de la Costa Oeste a Oklahoma. El octavo grado es un tiempo duro de mudarse. Esa primavera yo era uno de como cuarenta niños que probaron para el equipo de béisbol que solo necesitaba unos pocos niños para completar el equipo. Cada niño tuvo la oportunidad de batear una vez y capturar cualquier pelota que pudiera en el campo distante. Nunca supe si me pusieron en el equipo porque unos días después empezaron otro equipo y mi papá iba a ser el entrenador. El primer día nos juntamos, reconocí a la mayoría de los niños, estaban en las pruebas el fin de semana anterior. Me acuerdo que cada vez que jugamos contra el otro equipo, me quedé deseando ser parte de ese equipo.

No fue hasta veinte años después, cuando yo tenía treinta y tantos años, que supe  esta verdad: ninguno fue seleccionado para el equipo. Mi papá había ido a los organizadores de la liga y les convenció para crear otro equipo. Alguien estaba cuidando de mí y esa persona era mejor de lo que yo sabía.   

En tu tiempo solo con Dios:   

¿Cómo has visto al Padre trabajando en tu vida, aconsejandote, guiando tus pasos, y enseñandote como hacer o no hacer las cosas? 

¿Cuándo fue la última vez que descubriste quién eres y quién es él, cómo amar a otros y dejarle a él amarte?   

¿Qué tienes para mostrar y decir?   

¿Qué buenos regalos te ha dado el Padre? ¿Los has abierto o siguen allí en el montón esperando ser desenvueltos?