[Serie Dichosos los que sufren] Aceptación y paz Muestra

Abundante esperanza

¡Hemos recorrido un largo camino hasta hoy! No sé tú, pero a mí me sorprende ver el pasado con los lentes del presente. Muchas pruebas y dificultades que en su momento parecían ser insuperables y montañas o gigantes difíciles de conquistar, al mirarlas hoy, puedo ver las huellas de Jesús caminando a mi lado. 

Puedo sentir su dulce voz susurrándome al oído en esas noche de llanto y dolor. Puedo sentir su mano fortaleciendo mis brazos caídos cuando asistía a mi ser querido en medio de su enfermedad. Puedo sentir su corazón latiendo en mi oído en los momentos en que sus brazos de amor me sostuvieron cuando todo a mi alrededor parecía desmoronarse.

Puedo recordar los tiempos en que por la conmoción, no sabía qué hacer ni que decir frente al dolor de la pérdida. Recuerdo que al leer su Palabra mi corazón se fortalecía y sus palabras de consuelo nutrían mi alma sedienta. Dios ha sido la fuente de vida que llenó mi ser. Mi roca y mi salvación. 

Reflexiona: ¿Puedo mirar hacia atrás y ver cómo Dios estuvo a mi lado en los momentos más difíciles de mi vida? ¿Puedo reconocer su amor y compasión dándome consuelo cuando más lo necesitaba? ¿Puedo considerarme dichoso/a porque he recibido consolación?

Palabra de fe para hoy: «Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo» (Romanos 15:13 DHH). 

Oremos juntos:

Padre Celestial, no puedo hacer más que agradecerte por todo lo que has hecho por mí hasta hoy. También quiero agradecerte por todo lo que haces cada día y por todo lo que harás.

Estoy convencido/a de que nada ni nadie me podrá separar de tu amor. Confío en que Jesús está intercediendo por mí delante del trono de Dios. Estoy lleno/a de esperanza, de alegría y de paz porque mi fe está puesta en el Creador de todas las cosas. En el Dios eterno y todopoderoso. 

Me tomo de tus promesas, pongo mi enfoque en tu amor por mí y en el futuro maravilloso que me espera en la resurrección y en el lugar que estás preparando para mí. Estaré para siempre en tu presencia junto a todos aquellos que al igual que yo, han creído en ti. 

Te ruego que cuides mi corazón y mis pensamientos en Cristo Jesús. Gracias por tus promesas, las atesoro en mi corazón, me apropio de ellas y recibo la abundante esperanza que me prometes por el poder del Espíritu Santo.

En el nombre de Jesús, amén.