La gracia de Dios.Muestra

 Debemos ejercer la gracia por medio del amor.

 Ahora que tenemos claro el tema de la gracia comencemos a ver cómo debemos ejercer nosotros la misericordia y el amor con nuestros semejantes. La primera instrucción es clara debemos amarnos los unos a los otros, en esto demostramos que el amor y la gracia de Dios se ha derramado en nuestros corazones. Si no podemos demostrar amor a quien vemos, entonces ¿cómo podemos amar a quien no vemos? (1 Juan 4:20) El conocer a Dios nos abre los ojos y vemos diferente a los demás; vamos a entender que todos somos diferentes y necesitados; que en nuestras debilidades necesitamos del perdón y la misericordia. Esto es fácil de pedirlo cuando somos nosotros quienes lo necesitamos, pero difícil de demostrarlo cuando somos nosotros los agraviados.

 En este día debemos recapacitar si estamos ejerciendo aquello para lo que fuimos llamados, debemos analizar si verdaderamente estamos amando a nuestros semejantes, perdonando a quienes nos ofenden y bendiciendo a quienes nos maldicen. Esto es un parámetro que debemos tener presente todos los días porque no es justo pedirle a Dios perdón si nosotros no estamos dispuestos a perdonar.

 Oremos a Dios: amado Padre, sabemos que nos has perdonado y deseas perdonar nuestras continuas ofensas, sabemos también que nos mandas a amarnos, perdonarnos y ayudarnos los unos a los otros sin importar lo que hagamos; en el nombre de Jesucristo te pedimos que nos des la fortaleza para hacer tu voluntad cada día y así demostrar que somos hijos e hijas tuyos, amén.