Momentos de Aprendizaje para Mamás: Devociones para Descubrir a Dios en lo CotidianoMuestra

A mi pequeña le encanta jugar con plastilina. Ella tiene un conjunto en el que puede hacer crecer el pelo de plastilina en una persona, luego puede peinarlo o cortarlo. Tenemos dos reglas con el plastilina: mantenerla fuera de la alfombra y no comerla. Ella realmente quiere comerla. No ayuda que la mayoría de los juegos de plastilina estén relacionados con la comida, por eso terminamos con el pelo.

De vez en cuando, la necesidad de comer la masa del juego se vuelve demasiado grande. Sin embargo, ella no es muy astuta. Ella recibirá un artículo y dirá: "Voy a revisar algo, mamá. Quédate aquí. No vengas también.” Después saldrá corriendo de la habitación y, por lo general, se esconderá en mi armario, donde la encuentro sentada en el suelo entre la ropa colgada y el relleno de plastilina en la boca. Afortunadamente, la plastilina no es tóxica, aunque es difícil sacarla de sus dientes. Siempre estoy triste cuando el tiempo de plastilina se torna así, porque significa que tenemos que guardar la plastilina y la diversión termina.

LEER

¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha! Y, si dijera: «Que me oculten las tinieblas; que la luz se haga noche en torno mío», ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!

Salmos 139:7-17 (NVI)

APLICAR

Si bien es maravilloso saber que Dios nunca nos deja, a veces sentimos la necesidad de decirle a Dios que se mantenga alejado por un tiempo, especialmente cuando estamos haciendo algo que sabemos que está en contra de los límites que Él ha establecido en Su Palabra. Incluso si pensamos que hemos escondido algo de Él en un oscuro rincón secreto de nuestras vidas, Él lo sabe. No podemos escoger y elegir cuándo tener a Dios cerca. Si Dios es consolador en nuestra soledad, también es convicción en nuestro pecado. Si Él es paz cuando las cosas están fuera de nuestro control, también es la perfección que revela cómo nos quedamos cortos. Si bien puede parecer una invasión de la privacidad, la verdadera motivación de Dios es acercarnos a Él y alentarnos constantemente a ser más como Cristo. ¡Dejemos que su luz brille en los lugares oscuros de nuestras vidas para que ellos también puedan ser luz!

ORAR

Padre, gracias por tu presencia constante, que nunca me dejes ni me abandones. Ayúdame a ver las áreas donde necesito ser más como Cristo y dame el coraje para sacarlos a la luz para que pueda experimentar la libertad que viene de la obediencia.

REFLEJAR

¿Cuál es una manera en que puedo ser más como Cristo?