¿De Qué Se Trata Realmente La Vida?Muestra

Imagínate en tu vejez, sentado cómodamente en un sillón, disfrutando de tu café o té favorito, disfrutando el álbum de fotos de tus recuerdos.

Al mirar atrás y pensar en todo lo que has vivido, ¿recuerdas lo que te ha hecho más feliz? Quizás sean los títulos académicos, los logros financieros, los premios por la labor realizada; o tal vez lo primero que viene a tu mente es el recuerdo de tus seres queridos, los momentos compartidos, el amor en familia y los amigos.

Y de pronto piensas: ¡La vida no puede ser solamente esto, tiene que haber mucho más!

Cada día nos levantamos con la ilusión de que será un día maravilloso: vamos al trabajo, regresamos a casa luego de una larga e intensa jornada, jugamos con los niños, vemos algo de televisión y nos vamos a dormir.

Al día siguiente, nos despertamos, desayunamos, vamos al trabajo, regresamos a casa, compartimos en familia. El fin de semana vamos a fiestas o reuniones con amigos, vemos fútbol o vamos de compras.

Y piensas: “¡Estoy viviendo!”, y en oportunidades podrás decir que estás “¡viviendo intensamente! Pero no, no estás viviendo, estás simplemente existiendo.

¡Hay mucho más en ti que lo que el ojo puede ver! La afirmación hecha por Jesús de que el hombre no solo vivirá de pan, sugiere que para el gozo y la satisfacción en la vida se requiere más que el alimento para la carne o el vestido para la piel. 

Jesús afirmó también en Mateo 16:26, hablando con sus discípulas que de nada le serviría al hombre ganarse el mundo entero si al final perdería su vida. Lo cual indica que Jesús mismo siendo hijo de Dios tuvo la oportunidad de reinar y ganarse todo el mundo de su momento, pero prefirió ser obediente a Su Padre Celestial y pensar en lo eterno.

¿Qué tal tu? ¿Podrías permitirle al Espiritu Santo que use el texto de Mateo 16:19 para que te revele dónde estas tus riquezas?