Crisis de identidadMuestra

El gran Yo Soy

Cuando descubrimos quién es Dios, comenzamos a descubrir quiénes somos nosotros. Si no entendemos la profundidad de la misericordia y el amor de Dios, nos mantendremos enfocados en nuestros propios fracasos. Si no entendemos su grandeza, continuaremos mirando nuestras propias limitaciones. Si no entendemos las riquezas de Dios, veremos nuestra propia pobreza. Si no entendemos el poder de la esperanza, siempre estaremos desesperados. Conoce al gran Yo Soy.

Moisés pregunta a Dios en la zarza ardiente: «¿Quién soy yo, que me envías a Faraón para liberar a este pueblo?». No se sintió capaz ni seguro de ir, pero sí obedeció. Dios responde a Moisés: «Estaré contigo, y sabrás que yo soy quien te envió». Esto es exactamente lo que Moisés necesitaba y lo que tú necesitas saber hoy. Cuando entendemos que Dios está realmente con nosotros en el viaje, construimos la confianza necesaria para cumplir el propósito para el que fuimos creados. Comenzamos a creer en nosotros mismos, no por quiénes somos de manera natural, sino por quién está viviendo en nosotros. Fuiste creado con un propósito. Estás aquí en una misión. Si alguien alguna vez te dijo lo contrario, necesitas dejar de creer esas mentiras del enemigo. Debido a que eres un hijo de Dios, tienes una identidad en Cristo. No estás solo. Dios está contigo y su Espíritu vive en ti.

Dios visita a Jeremías y le dice que vaya a hablar por él a las naciones. Jeremías no ve lo que Dios está viendo. Le da a Dios varias excusas, ya que es demasiado joven y no es un buen orador. Muchos de nosotros somos como Jeremías y no nos vemos como Dios nos ve. Estamos enfocados en las palabras que otros han dicho sobre nosotros. Pero Dios dice que eres capaz porque él está contigo. Eres un guerrero poderoso porque él es fuerte. Eres un llamado porque él te llamó y quiere usarte para su reino. Cuando nos identificamos con Dios y sabemos quién es Jesús, obtenemos una imagen clara de quiénes somos nosotros. Mientras no sepas esto, tendrás una percepción errónea de tu identidad.

Hoy es un buen día para comenzar a conocer a tu Dios. Cuanto más lo conozcas, más conocerás tu identidad. Elige creer lo que él dice de ti. Cuando te pierdes en Jesús, te encontrarás a ti mismo. Te valora más que al mundo y te conoce mejor que tú mismo. Si deseas responder a esa gran pregunta, «¿Quién soy yo?», encontrarás la respuesta en el gran Yo Soy.

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