3 Días de MilagrosMuestra

Día 1: La fe que mueve montañas

“Como cada domingo en nuestra visita al Hospital Durand de Buenos Aires, Argentina, Dios siempre nos sorprende. Les queremos contar acerca de Keila de 17 años. Cuando la conocimos, la encontramos jugando con dos amigas y nos pusimos a jugar con ellas. En medio de una charla, Keila nos cuenta que ya llevaba internada  20 días y que llegó al hospital a causa de un desorden alimenticio. Su peso era de 30 kilos, y estaba siendo alimentada a través de una sonda.

Juntos comenzamos a generar un vínculo fuerte domingo tras domingo, llevándole el amor de Jesús, orando por ella, declarando sanidad sobre su cuerpo una y otra vez. No solo a ella, sino que también pudimos compartir devocionales y oraciones junto a su mamá. Fuimos testigos de cómo la fe de Keila se hacía más fuerte.

Al mes las oraciones dieron fruto, le sacaron la sonda para que ella pudiera comer por su cuenta. A la semana siguiente, iban a controlar su peso y hacer algunos controles para ver si ya estaba en condiciones para volver a su casa; Keila estaba convencida que así iba ser, aunque la mamá aún lo dudaba. ¡El mismo día que la pesaron, Keila fue dada de alta!”

Lo que mueve la mano de Dios es la fe, no la incredulidad. Y sin duda, Dios se movió con poder aquel día. La fe puede mover cualquier montaña, por eso Keila pudo mover la montaña de su enfermedad, ser libre y sana. Decida practicar su fe, y afirmar en su corazón la hermosa promesa de que con Jesús usted podrá vencer cada montaña que se le presente.