[Serie Siete pilares de Proverbios] El fundamento de la vidaMuestra

Los sujetalibros de Proverbios

Seguramente has visto algunos sujetalibros muy originales por ahí. Tengo unos pequeños sujetalibros con la cruz. Entré en Internet y encontré todo tipo de modelos diferentes. Un sujetalibros creativo, que da la impresión de que los dinosaurios te persiguen. Si eres fanático de los cómics, puedes obtener uno con Superman y Batman luchando, ¿quién es el mejor?

Hay un sujetalibros especial en el libro de Proverbios. Puedes encontrarlo en Proverbios 1, y también cuando termina Proverbios 31. Este sujetalibros es el temor del Señor y veremos que es una gran bendición para nosotros.

Hay muchos versículos en el libro de Proverbios sobre el temor del Señor. El Capítulo 1 habla sobre lo que los Proverbios están destinados a hacer en nuestra vida. Comienza: «El temor del Señor es el comienzo del conocimiento. Los necios desprecian la sabiduría y la disciplina», (Proverbios 1:7). El capítulo 31 dice: «La mujer que teme al Señor será alabada», (Proverbios 31:30). Este concepto del temor del Señor, de la sabiduría, es el sujetalibros en Proverbios.

Si hay algo que necesitamos en esta generación, es el conocimiento correcto, junto con la sabiduría para aplicar ese conocimiento en nuestras vidas. Recuerda que el conocimiento es información. En esta era tecnológica, tenemos toneladas de información disponible. Pero solo en Dios podemos encontrar la verdad. El conocimiento sin sabiduría es solo información en nuestro cerebro. La única forma de aplicar esa información sabiamente es a través del temor del Señor en nuestras vidas, que nos llevará a hacer lo correcto.

El fundamento de la vida es el temor del Señor. Puedes construir un rascacielos muy alto, pero no funcionará a menos que tengas una base profunda. Puedes tener un árbol maravilloso y hermoso, pero si no tienes raíces profundas que penetren el suelo, se caerá. Debes tener un fundamento. Debes tener raíces: algo que penetra en el suelo, te retiene y te da estabilidad. Ese algo debería ser el temor del Señor.

¿Cuál es tu fuente de conocimiento? ¿Es Dios? ¿Estás aplicando este conocimiento sabiamente a tu vida?