365 días con DiosMuestra
24 enero - La fidelidad trae recompensa
Una mujer se caracterizó por su fidelidad y gracias a esa característica de su vida, fue bendecida y recompensada por Dios: Esa mujer es Rut.
Rut 1:1-6 TLA “Esta historia tuvo lugar cuando en el país de Israel todavía no había reyes; sino que al pueblo lo defendían libertadores ocasionales. En esa época no hubo cosechas y la gente no tenía qué comer.
Por eso, una familia del pueblo de Belén,[a] de la región de Judá, se fue a vivir al país de Moab, porque allí sí había comida. El esposo se llamaba Elimélec, la esposa se llamaba Noemí, y los hijos se llamaban Mahlón y Quilión.
3 Poco tiempo después de haber llegado a Moab, Elimélec murió, así que Noemí y sus hijos se quedaron solos.
4-5 Pasó el tiempo, y Mahlón y Quilión se casaron con muchachas de ese país. Una de ellas se llamaba Orfá y la otra, Rut. Pero pasados unos diez años, murieron Mahlón y Quilión,[b] por lo que Noemí quedó desamparada, sin hijos y sin marido.
6 Un día, Noemí supo que Dios había bendecido al país de Israel, dándole abundantes cosechas.
Rut tuvo que vivir una época muy difícil donde había hambre. Los empleos eran muy escasos y los campos no estaban dando fruto.
V. 7–10 TLA “Entonces ella y sus nueras se prepararon para irse a Judá. 8 Todavía no habían caminado mucho cuando Noemí les dijo: Mejor regresen a vivir con sus familias. Que Dios las trate bien, como ustedes me han tratado a mí y trataron a mis hijos. 9 Pido a Dios que les permita casarse otra vez y formar un nuevo hogar.
Noemí se despidió de ellas con un beso, pero Orfá y Rut empezaron a llorar y 10 a decirle: ¡No queremos separarnos de ti! ¡Por favor, déjanos ir contigo y vivir entre tu gente!”
La fidelidad no es un deseo ni es una intención, es una acción.
Somos fieles cuando demostramos serlo, no cuando deseamos serlo. Muchas personas aparentemente son fieles, pero ante el primer problema o dificultad, se despiden de la fidelidad.
V. 11- 14 TLA “Pero Noemí les contestó: ¡Váyanse, hijas mías! ¿Para qué van a seguirme? Ya no tengo más hijos para que se casen con ustedes, y ya estoy muy vieja para casarme otra vez. Y aun si hoy mismo pudiera casarme y tuviera hijos muy pronto, ¿estarían ustedes dispuestas a esperarlos hasta que ellos crecieran? ¡No, hijas mías, eso es imposible! Yo estoy sufriendo más que ustedes, pues Dios se ha puesto en mi contra.
14 Al oír esto, las nueras volvieron a llorar amargamente. Por fin Orfá[a] se despidió de su suegra, pero Rut se quedó con ella.”
La fidelidad se ve en los momentos difíciles.
Muchos son fieles solo si Dios los bendice, si todo va bien y no hay problemas. Ese fue el caso de Orfa, una mujer aparentemente fiel, pero a la hora de la verdad, su fidelidad solo fue de palabra.
La fidelidad nunca es emoción, vemos como Orfa, lloró, gritó, besó a su suegra, pero después la dejó.
Muchos se emocionan, prometen fidelidad y dicen “estaremos juntos para siempre”, “hasta que la muerte nos separe” pero a la hora de la hora, fue emoción y no convicción. Lejos quedaron los compromisos poniendo por encima los sentimientos.
La verdadera fidelidad no es emocional, no son palabras, es acción. La fidelidad no se habla, la fidelidad se demuestra.
V. 15- 18 TLA “Entonces Noemí le dijo a Rut: ¡Tu cuñada ya regresó a su pueblo y a su dios! ¡Vete con ella!
16 Pero Rut[a] le contestó: «No me pidas que te deje; ni me ruegues que te abandone. Adonde tú vayas iré, y donde tú vivas viviré.
»Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
17 Donde tú mueras moriré, y allí mismo seré enterrada.
»Que Dios me castigue si te abandono, pues nada podrá separarnos; ¡nada, ni siquiera la muerte!»
18 Noemí no insistió más, pues comprendió que Rut había decidido irse con ella.”
Rut tenía una fidelidad no solo de palabra, sino de acción. Ella estuvo dispuesta a seguir fiel a sus compromisos.
La infidelidad destruye las relaciones y trae desunión, mientras que la fidelidad fortalece las relaciones y trae una unidad perfecta.
El camino más fácil es la infidelidad, pero el camino más seguro para tu bienestar es la voluntad de Dios. Muchas veces no nos damos cuenta, pero somos infieles con Dios y adulteramos en nuestros compromisos con Él.
Dios siempre debe ocupar el primer lugar en tu corazón. Si somos fieles a Dios, le seremos fieles a los demás.
Rut 2:11–14 TLA “Booz le contestó: Ya me han contado todo lo que has hecho por tu suegra, después de que murió tu esposo. Sé que dejaste a tu familia y tu país para venir a vivir con nosotros, que somos gente totalmente desconocida para ti. 12 ¡Que Dios te premie por todo lo que has hecho! ¡Que el Dios de Israel, en quien ahora buscas protección, te haga mucho bien!
13 Entonces Rut le dijo a Booz: ¡Muchas gracias, señor! Usted es muy bueno conmigo y me ha hecho sentir bien, aunque ni siquiera soy como una de sus criadas.
14 A la hora de comer, Booz invitó a Rut y le dijo: Ven, acércate; aquí hay pan, salsa y granos tostados.
Rut fue y se sentó a comer junto con todos los demás trabajadores. Comió hasta quedar satisfecha, y hasta le sobró comida para llevarle a su suegra”
Dios recompensa a los fieles.
Dios protege a los fieles.
Dios les da su pago a los fieles.
Escrituras
Acerca de este Plan
365 con Dios es un plan de lectura devocional que tiene como objetivo despetar en cada lector el ser buscadores de la presencia de Dios a diario.
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Nos gustaría agradecer a Sociedad Biblica Chilena por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.wenddyneciosup.com