Persiguiendo La VerdadMuestra

La esperanza del creyente
Zacarías 9-13; Apocalipsis 21

Las lecturas de esta semana, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, nos llevan a la misma conclusión. Aunque hubo siglos entre ellos, ambos libros concluyen con un mensaje de esperanza para el futuro.

Las profecías de Zacarías respecto al Mesías se cumplieron con precisión en la primera venida de Jesús:
· La entrada a Jerusalén montado en un burro: «Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna» (9:9).
· La traición de Judas por 30 piezas de plata: «Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.» (11:12).
· La crucifixión de Jesús: «y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito» (12:10).

Estas profecías cumplidas nos dan esperanza de que las profecías de su segunda venida también se cumplirán:
· Jesús se parará en el Monte de los Olivos: «Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos» (14:4).
· Jesús será Rey sobre toda la tierra: «Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre» (14:9).

Del mismo modo, el libro del Apocalipsis registra los acontecimientos que ocurrieron en el pasado y los que sucederán en el futuro. Después de enviar mensajes a las siete iglesias existentes, Juan escribió «Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas» (Apocalipsis 1:19). Después de las descripciones vívidas de los juicios venideros sobre toda la tierra, concluye con una hermosa descripción de «…un cielo nuevo y una tierra nueva…» (Apocalipsis 21:1).

Apocalipsis concluye con la bendición prometida a todos los que «guardan las palabras de la profecía de este libro» (22:7). Así que, si hemos encontrado que todas las demás palabras de la Biblia se han cumplido, también debemos creer que esta declaración final es fiel y verdadera. ¡Esta es la esperanza y fe del creyente!