Visión 2020Muestra

APRENDIENDO A ORAR COMO DISCÍPULO 

La oración es fundamental para el crecimiento espiritual del creyente. Es muy poco lo que podemos lograr para el reino de Dios si no cultivamos una vida de oración. Un creyente que le cuesta orar se sentirá cansado constante, agobiado por las preocupaciones de la vida cotidiana y, muy seguramente, también tendrá luchas constantes con la tentación. 

Entonces, ¿cómo podemos comenzar a cambiar nuestra vida de oración? Orar como discípulos es seguir la enseñanza de Jesús. Para Jesús la oración era un tiempo de compartir profundamente con el Padre, de tener compañerismo con Él. Fuimos creados a imagen de Dios y Él sopló aliento de vida en nosotros. Por eso, podemos comunicarnos con Dios y compartir tiempos de amistad, donde experimentemos el amor de Dios en nuestras vidas y también le transmitamos todo lo que nosotros sentimos hacia Él. 

Dios anhela que seamos personas victoriosas, que experimentemos la libertad que nos dio Su redención y que podamos hacer Su obra, poder y autoridad. Si lo hacemos así, seguramente seremos testigos de las maravillas y milagros que el Señor hará en nuestras vidas.

Pastores Luis y Janeth Barrios (de la Misión Carismática Internacional)