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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="chapter ch22" data-usfm="2KI.22.8+2KI.22.9+2KI.22.10+2KI.22.11+2KI.22.12+2KI.22.13+2KI.22.14+2KI.22.15+2KI.22.16+2KI.22.17+2KI.22.18+2KI.22.19+2KI.22.20">
 <div class="p">8Entonces dijo el sumo sacerdote Hilc&#237;as al escriba Saf&#225;n: He hallado el libro de la ley en la casa de Jehov&#225;. E Hilc&#237;as dio el libro a Saf&#225;n, y lo ley&#243;. 9Viniendo luego el escriba Saf&#225;n al rey, dio cuenta al rey y dijo: Tus siervos han recogido el dinero que se hall&#243; en el templo, y lo han entregado en poder de los que hacen la obra, que tienen a su cargo el arreglo de la casa de Jehov&#225;. 10Asimismo el escriba Saf&#225;n declar&#243; al rey, diciendo: El sacerdote Hilc&#237;as me ha dado un libro. Y lo ley&#243; Saf&#225;n delante del rey.</div><div class="p"> 11Y cuando el rey hubo o&#237;do las palabras del libro de la ley, rasg&#243; sus vestidos. 12Luego el rey dio orden al sacerdote Hilc&#237;as, a Ahicam hijo de Saf&#225;n, a Acbor hijo de Mica&#237;as, al escriba Saf&#225;n y a Asa&#237;as siervo del rey, diciendo: 13Id y preguntad a Jehov&#225; por m&#237;, y por el pueblo, y por todo Jud&#225;, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehov&#225; que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito.</div><div class="p"> 14Entonces fueron el sacerdote Hilc&#237;as, y Ahicam, Acbor, Saf&#225;n y Asa&#237;as, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusal&#233;n en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella. 15Y ella les dijo: As&#237; ha dicho Jehov&#225; el Dios de Israel: Decid al var&#243;n que os envi&#243; a m&#237;: 16As&#237; dijo Jehov&#225;: He aqu&#237; yo traigo sobre este lugar, y sobre los que en &#233;l moran, todo el mal de que habla este libro que ha le&#237;do el rey de Jud&#225;; 17por cuanto me dejaron a m&#237;, y quemaron incienso a dioses ajenos, provoc&#225;ndome a ira con toda la obra de sus manos; mi ira se ha encendido contra este lugar, y no se apagar&#225;. 18Mas al rey de Jud&#225; que os ha enviado para que preguntaseis a Jehov&#225;, dir&#233;is as&#237;: As&#237; ha dicho Jehov&#225; el Dios de Israel: Por cuanto o&#237;ste las palabras del libro, 19y tu coraz&#243;n se enterneci&#243;, y te humillaste delante de Jehov&#225;, cuando o&#237;ste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendr&#225;n a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, tambi&#233;n yo te he o&#237;do, dice Jehov&#225;. 20Por tanto, he aqu&#237; yo te recoger&#233; con tus padres, y ser&#225;s llevado a tu sepulcro en paz, y no ver&#225;n tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta.</div>
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 <div class="chapter ch23" data-usfm="2KI.23.1+2KI.23.2+2KI.23.3+2KI.23.4+2KI.23.5+2KI.23.6+2KI.23.7+2KI.23.8+2KI.23.9+2KI.23.10+2KI.23.11+2KI.23.12+2KI.23.13+2KI.23.14+2KI.23.15+2KI.23.16+2KI.23.17+2KI.23.18+2KI.23.19+2KI.23.20+2KI.23.21+2KI.23.22+2KI.23.23+2KI.23.24+2KI.23.25">
 <div class="p">1Entonces el rey mand&#243; reunir con &#233;l a todos los ancianos de Jud&#225; y de Jerusal&#233;n. 2Y subi&#243; el rey a la casa de Jehov&#225; con todos los varones de Jud&#225;, y con todos los moradores de Jerusal&#233;n, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el m&#225;s chico hasta el m&#225;s grande; y ley&#243;, oy&#233;ndolo ellos, todas las palabras del libro del pacto que hab&#237;a sido hallado en la casa de Jehov&#225;. 3Y poni&#233;ndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jehov&#225;, de que ir&#237;an en pos de Jehov&#225;, y guardar&#237;an sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el coraz&#243;n y con toda el alma, y que cumplir&#237;an las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirm&#243; el pacto.</div><div class="s">Reformas de Jos&#237;as</div><div class="r">(2 Cr. 34.3-7)</div><div class="p"> 4Entonces mand&#243; el rey al sumo sacerdote Hilc&#237;as, a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen del templo de Jehov&#225; todos los utensilios que hab&#237;an sido hechos para Baal, para Asera y para todo el ej&#233;rcito de los cielos; y los quem&#243; fuera de Jerusal&#233;n en el campo del Cedr&#243;n, e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el. 5Y quit&#243; a los sacerdotes id&#243;latras que hab&#237;an puesto los reyes de Jud&#225; para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Jud&#225;, y en los alrededores de Jerusal&#233;n; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zod&#237;aco, y a todo el ej&#233;rcito de los cielos. 6Hizo tambi&#233;n sacar la imagen de Asera fuera de la casa de Jehov&#225;, fuera de Jerusal&#233;n, al valle del Cedr&#243;n, y la quem&#243; en el valle del Cedr&#243;n, y la convirti&#243; en polvo, y ech&#243; el polvo sobre los sepulcros de los hijos del pueblo.#2 R. 21.3; 2 Cr. 33.3. 7Adem&#225;s derrib&#243; los lugares de prostituci&#243;n idol&#225;trica que estaban en la casa de Jehov&#225;, en los cuales tej&#237;an las mujeres tiendas para Asera. 8E hizo venir todos los sacerdotes de las ciudades de Jud&#225;, y profan&#243; los lugares altos donde los sacerdotes quemaban incienso, desde Geba hasta Beerseba; y derrib&#243; los altares de las puertas que estaban a la entrada de la puerta de Josu&#233;, gobernador de la ciudad, que estaban a la mano izquierda, a la puerta de la ciudad. 9Pero los sacerdotes de los lugares altos no sub&#237;an al altar de Jehov&#225; en Jerusal&#233;n, sino que com&#237;an panes sin levadura entre sus hermanos. 10Asimismo profan&#243; a Tofet, que est&#225; en el valle del hijo de Hinom,#Jer. 7.31; 19.1-6; 32.35. para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc.#Lv. 18.21. 11Quit&#243; tambi&#233;n los caballos que los reyes de Jud&#225; hab&#237;an dedicado al sol a la entrada del templo de Jehov&#225;, junto a la c&#225;mara de Nat&#225;n-melec eunuco, el cual ten&#237;a a su cargo los ejidos; y quem&#243; al fuego los carros del sol. 12Derrib&#243; adem&#225;s el rey los altares que estaban sobre la azotea de la sala de Acaz, que los reyes de Jud&#225; hab&#237;an hecho, y los altares que hab&#237;a hecho Manas&#233;s en los dos atrios de la casa de Jehov&#225;;#2 R. 21.5; 2 Cr. 33.5. y de all&#237; corri&#243; y arroj&#243; el polvo al arroyo del Cedr&#243;n. 13Asimismo profan&#243; el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusal&#233;n, a la mano derecha del monte de la destrucci&#243;n, los cuales Salom&#243;n rey de Israel hab&#237;a edificado a Astoret &#237;dolo abominable de los sidonios, a Quemos &#237;dolo abominable de Moab, y a Milcom &#237;dolo abominable de los hijos de Am&#243;n.#1 R. 11.7. 14Y quebr&#243; las estatuas, y derrib&#243; las im&#225;genes de Asera, y llen&#243; el lugar de ellos de huesos de hombres.</div><div class="p"> 15Igualmente el altar que estaba en Bet-el, y el lugar alto que hab&#237;a hecho Jeroboam hijo de Nabat,#1 R. 12.33. el que hizo pecar a Israel; aquel altar y el lugar alto destruy&#243;, y lo quem&#243;, y lo hizo polvo, y puso fuego a la imagen de Asera. 16Y se volvi&#243; Jos&#237;as, y viendo los sepulcros que estaban all&#237; en el monte, envi&#243; y sac&#243; los huesos de los sepulcros, y los quem&#243; sobre el altar para contaminarlo, conforme a la palabra de Jehov&#225; que hab&#237;a profetizado el var&#243;n de Dios, el cual hab&#237;a anunciado esto.#1 R. 13.2. 17Despu&#233;s dijo: &#191;Qu&#233; monumento es este que veo? Y los de la ciudad le respondieron: Este es el sepulcro del var&#243;n de Dios que vino de Jud&#225;, y profetiz&#243; estas cosas que t&#250; has hecho sobre el altar de Bet-el.#1 R. 13.30-32. 18Y &#233;l dijo: Dejadlo; ninguno mueva sus huesos; y as&#237; fueron preservados sus huesos, y los huesos del profeta que hab&#237;a venido de Samaria. 19Y todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales hab&#237;an hecho los reyes de Israel para provocar a ira, las quit&#243; tambi&#233;n Jos&#237;as, e hizo de ellas como hab&#237;a hecho en Bet-el. 20Mat&#243; adem&#225;s sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que all&#237; estaban, y quem&#243; sobre ellos huesos de hombres, y volvi&#243; a Jerusal&#233;n.</div><div class="s">Jos&#237;as celebra la pascua</div><div class="r">(2 Cr. 35.1-19)</div><div class="p"> 21Entonces mand&#243; el rey a todo el pueblo, diciendo: Haced la pascua a Jehov&#225; vuestro Dios, conforme a lo que est&#225; escrito en el libro de este pacto. 22No hab&#237;a sido hecha tal pascua desde los tiempos en que los jueces gobernaban a Israel, ni en todos los tiempos de los reyes de Israel y de los reyes de Jud&#225;. 23A los dieciocho a&#241;os del rey Jos&#237;as fue hecha aquella pascua a Jehov&#225; en Jerusal&#233;n.</div><div class="s">Persiste la ira de Jehov&#225; contra Jud&#225;</div><div class="p"> 24Asimismo barri&#243; Jos&#237;as a los encantadores, adivinos y terafines, y todas las abominaciones que se ve&#237;an en la tierra de Jud&#225; y en Jerusal&#233;n, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilc&#237;as hab&#237;a hallado en la casa de Jehov&#225;. 25No hubo otro rey antes de &#233;l, que se convirtiese a Jehov&#225; de todo su coraz&#243;n, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Mois&#233;s; ni despu&#233;s de &#233;l naci&#243; otro igual. </div>
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