¡Termina Bien La Carrera!Muestra

¡CUIDADO CON LA ELIMINACIÓN!

Todos podemos recordar el caso de distintos atletas que, a pesar de haber alcanzado la cima deportivamente, quedaron descalificados por haber competido ilegítimamente. Podemos recordar eliminaciones de atletas y anulaciones de todos sus logros en el ciclismo, en el fútbol, en el atletismo, en la natación y casi en cada deporte. ¿Por qué? Porque no compitieron de acuerdo a las reglas. 

De la misma manera, en nuestra carrera espiritual, hay ciertos peligros que pueden dejarnos descalificados. Puede que no sea necesariamente cosas obvias como sustancias ilegales, pero hay ciertos enemigos de nuestra alma que tienen el poder para dejarnos fuera de la carrera y muchas veces son tan sutiles que no nos damos cuenta de su presencia en nuestras vidas. 

El orgullo por ejemplo es un enemigo silencioso de nuestra alma que afecta nuestra mente y nuestro corazón. Nos hace vernos a nosotros mismos como más de lo que realmente somos. Nos lleva a menospreciar a otros y a celebrar todo logro como fruto de nuestra propia capacidad. O bien, la envidia puede dejar su mortal veneno a través de constantes comparaciones con otros,  y de pensamientos que giran alrededor de cómo ellos tienen eso que nosotros tanto anhelamos y cómo esa situación es muy

 “injusta”. 

Por otra parte, la falta de enseñabilidad puede llevarnos a menospreciar el consejo y las advertencias de los demás. El creernos sabios en nuestra propia opinión puede sepultar lentamente nuestra capacidad de aprender de los demás y hacer los ajustes necesarios. ¡Cuidado con todos ellos!

Recuerda que estas cosas no suceden necesariamente de la noche a la mañana. Generalmente, vamos haciendo concesiones en nuestro carácter y se van formando grietas en el mismo hasta que llega un punto en el que no puede sostenerse y perdemos las cosas que más amamos en nuestra vida. 

Aplicación:

• Nunca dejes de perseguir la humildad y mantente muy atento a las pequeñas señales de una posible eliminación.
• Nunca dejes de aprender de los demás y mantén un canal abierto para que   puedan darte retroalimentación.
• Aunque caigas y tropieces, recuerda que la gracia de Dios y su misericordia son nuevas cada mañana y Él quiere y puede ayudarte a reanudar la carrera.