Encontrando a Dios en tu depresiónMuestra

 Es difícil, para muchas personas, admitir que la depresión es su compañera constante. Tal vez eres una de ellas y te estás preguntando, constantemente, «¿Cómo les explico a los demás cómo me siento?». Es una fatiga constante. La inhabilidad de enfocarme en algo por un tiempo suficiente como para obtener buenos resultados. «¿Quién puede entender mis sentimientos de culpa constante, de que no valgo nada, de desesperanza y ansiedad?» Todos estos sentimientos están asociados con la depresión y pueden durar horas, días, semanas, meses, años…

 La depresión es perturbadora. Puede asentarse sobre nosotros como un peso gigante y robarnos el gozo y la felicidad que deseamos para nuestras vidas. Tal vez la charla frente al espejo no cambió nada. Tampoco cambió nada nuestro nuevo régimen de ejercicios. Tal vez has logrado meditar, relajarte… por un instante. Hasta quizá has adquirido una mascota para intentar poner tu atención en algún otro lugar. Sientes que has hecho todo lo que te dijeron que ayudaría, pero nada parece funcionar.

 La Biblia puede parecer una fuente poco probable para buscar respuestas, pero no se puede negar la cara de la depresión cuando un salmista clama a Dios en su angustia, o cuando Job se lamenta del día en que nació. En medio de su dolor y sufrimiento, hallan esperanza en Dios. Sus historias y las palabras de aliento de otros en las Escrituras pueden ayudarte a navegar las turbias aguas de la depresión. Durante los próximos siete días, quiero invitarte a que viajes conmigo y a que encontremos juntos lo que la Biblia nos ofrece.

Orar

Dios, estoy luchando para poner en palabras lo que siento. Escucha mi clamor de ayuda.

Leer

 El salmista en el pasaje de la Escritura de hoy se lamenta de su depresión. Él desnuda sus sentimientos de angustia, tristeza y dolor.

Salmo 42:5-8

 Reflexionar

 Imagínate que estás en un bote en medio de una tormenta, con olas que chocan contra el bote, sobrepasándote. ¿Cómo te hace sentir? Ese es el tipo de desesperación, tristeza y, aun, miedo que el salmista sintió cuando se lamentaba de la pérdida de su tierra natal y los beneficios de estar ahí. Pero en su angustia clamó a Dios, de Quien creyó mostraría «su constante amor en el día» y proveería «una canción en la noche» (versículo 8 NVI). ¿Crees que el amor de Dios se extiende hacia ti aun en esta «noche» (o temporada oscura) de tu vida? ¿Por qué sí, o por qué no?

 Responder

Reflexiona en este pensamiento basado en la lectura de hoy: «Puedo confiar en Dios, cuyo amor es constante». Pídele a Dios que te ayude a creer esto con todo tu corazón.

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