Vida en OraciónMuestra

 El único Rey verdadero.

Jesús, después de ser traicionado, abandonado por sus discípulos y arrestado. Fue llevado ante algunas autoridades para ser juzgado por ellas. Se le acusó de varios crímenes de índole ceremonial o religiosa, pero el crimen por el que fue condenado a la muerte fue un crimen de naturaleza política. Ser proclamado Rey iba contra todo el gobierno del emperador romano. No podía existir otro rey fuera del Cesar. Así que se le encontró culpable y fue condenado a la muerte por traición al imperio. La crucifixión era la pena para todo aquel enemigo del estado. Pero lo que nunca comprendió Pilato, es que el reino del que hablaba Jesús tenía mayor autoridad que cualquier reino terrenal. Este mismo argumento se nos presenta cada día a nosotros, ¿Quién es el único rey? ¿A quién vas a obedecer como el único soberano? ¿Quién será la persona que gobernará sobre tu vida? La decisión para nosotros es de todos los días, en cuanto a de quien será el rey que obedeceremos el día de hoy. En sí, la salvación solamente se trata de a cuál rey vamos a reconocer. 

Oración:

Dios, el día de hoy también quiero reconocer a Jesús como mi rey, mi Señor y mi Salvador. Hoy vuelvo a decidir hacer su voluntad, hoy vuelvo a decidir someterme a su gobierno en mi vida y a cumplir obedientemente su plan para mí. Jesús sé que tu voluntad y tus propósitos son el mejor plan de gobierno para mi vida y hoy te agradezco que reines sobre mi corazón. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.

Ayuno:

¿Qué es lo que el Rey Jesús podría estar pidiendo de ti el día de hoy? ¿En qué necesitas obedecer el día de hoy?