El efecto TÚMuestra

Creer que tenemos influencia para cambiar una parte del mundo que nos rodea para mejor se siente bien. Pero si somos honestos, todos, probablemente, diríamos que es mucho más fácil decir que tenemos influencia que vivir como si la tuviéramos. A veces, tratar de ejercer nuestra influencia puede ser desalentador, porque no parece que estemos haciendo una gran diferencia. No vemos el cambio que queremos que suceda o el impacto que esperábamos y, como resultado, nos preguntamos si realmente tenemos lo que se necesita para influir en alguien, para bien o para mal. Es entonces cuando es importante recordar que nuestra única responsabilidad es usar lo que tenemos cuando podemos. 

Nosotros no estamos a cargo del resultado, Dios es quien lo está. Y cualquier trabajo que estemos haciendo en Su nombre y para Su bien no se desperdiciará. Memoriza este versículo corto de los Salmos hoy. Repítelo la próxima vez que te preguntes si Dios realmente puede usar tu vida y tu influencia. Que sea un recordatorio para confiar en Él.