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¿Alguna vez experimentaste una gran victoria? ¿Ganar un partido importante, vencer a un equipo rival, establecer un récord, conseguir el primer puesto? Si lo hiciste, entonces sabes lo bien que se siente ganar. Superar los obstáculos que pueden parecer que están en tu contra. Con Dios, este mismo tipo de victoria es posible para nosotros todos los días. Cuando creemos en Jesús y elegimos seguirlo en nuestras vidas, nos convertimos en victoriosos, gente que puede superar cualquier cosa con Dios porque Él ya lo ha superado por nosotros. ¿Hay algún problema en tu vida que estés atravesando en este momento? Pídele a Dios que esta semana te muestre que no solo está contigo, sino que tienes poder y victoria gracias a Él.