Venciendo El TemorMuestra

¿De qué estás hecho?

Jesús dijo muchas cosas acerca de sí mismo y de su naturaleza como el Mesías. Él dijo que era la Luz del mundo, El Pan de Vida, La Puerta de las Ovejas, El Camino al Padre y mucho más. Pero en cuanto a su carácter, Jesús lo demostró en lugar de decirlo. Dio de comer a las multitudes que lo seguían, conversó con recaudadores de impuestos, respetó los decretos del imperio romano y liberó a personas poseídas por demonios. 

Jesús era puro y a la vez justo. Mientras que su pureza reflejaba una cualidad interior, su justicia reflejaba un comportamiento exterior que lo impulsaba todo el tiempo a hacer lo correcto en cualquier contexto. 

¿Sabías que uno de los privilegios con los que contamos al ser hechos hijos de Dios es tener la posibilidad de pensar como Cristo piensa? Es decir, poder desarrollar el mismo carácter que nos impulse a obrar de forma correcta en cualquier contexto. 

¿Qué tal tú?

¿Crees que hoy es un buen día para llenar tu mente, meditando en todo lo que es verdadero, todo lo que es respetable, todo lo justo, todo lo que es puro, todo lo amable, todo lo que es digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio? Sin duda, si te esfuerzas por pensar de esta forma, Dios hará que camines en su paz.