RedenciónMuestra

¿Cómo salvó Jesús al pueblo de Dios?

Jesús murió en la cruz para pagar nuestros pecados, resucitó de la tumba para darnos nueva vida, y ascendió al Cielo para reinar como nuestro Rey.

Piensa en ello por un momento. Si solo tuvieras unos minutos para hablar de Jesús con otra persona, ¿qué dirías? Por ejemplo, si estuvieras en un corto viaje en ascensor y alguien te preguntara en qué crees, ¿cómo hablarías de tu fe?

Pablo resumió las Buenas Noticias, el Evangelio, en varios lugares. Pero una vez que lo hizo, lo dividió en cuatro puntos principales: (1) Jesús fue crucificado por nuestros pecados, (2) fue enterrado en una tumba, y (3) se levantó de entre los muertos, (4) y todo estaba de acuerdo con las Escrituras. 

Pero, ¿qué pasa si estás hablando con alguien, un miembro de la familia, un amigo o un conocido, que no sabe nada sobre Dios, sobre la Biblia o sobre Jesús? ¿Qué tú le dirías? ¿Y cómo lo relacionarías todo con la muerte y resurrección de Jesús, que es el corazón de las Buenas Noticias?

Aquí hay un ejemplo que podría darte algunas ideas:

Como cristianos, creemos en un Dios que ama al mundo entero. De hecho, creemos en un Dios que ama tanto al mundo entero que envió a Su propio Hijo, Jesús, a morir por nuestros pecados. Dios levantó a Jesús de entre los muertos para que todos los que confían en Él puedan tener una vida nueva y eterna.

No es perfecto, pero descubrirás que nada expresa completamente la maravilla del amor de Dios por nosotros. Pero tienes la idea: el Evangelio esencial se trata de que Dios envíe a Su propio Hijo para salvarnos y darnos vida eterna. De eso se trata la muerte y la resurrección de Jesús.

Por supuesto, la forma en que compartes el Evangelio en diferentes contextos y con diferentes personas puede ser un desafío. Pero Dios es fiel, y si estás dispuesto a pedirle que te dé las palabras y le diga a la gente sobre Jesús, Dios hará el resto.

¿Tienes a alguien en tu vida que necesite escuchar las Buenas Noticias de Jesús? Pasa un momento hoy orando por fuerza, sabiduría y la oportunidad adecuada de hablarles sobre Jesús.