Buen CorajeMuestra

Ve promesas no obstáculos

¿Cuántos se acuerdan que de niños veían ciertas cosas enormes? Recuerdo que cuando era niño iba a un lugar donde había una escalera eléctrica, sentía que escalaba el Everest. O cuando me subía a una montaña rusa pensaba que estaba en el cielo.

También, cuando tenía 13 años había adultos que me intimidaban. Al crecer me di cuenta que la escalera eléctrica no es tan grande, o veo a gente que me intimidaba y noto que no son tan grandes como antes. Cuando crecemos, lo que nos parecía impactante se vuelve algo más normal.

Es curioso que también sucede de manera opuesta, de niños no nos daba miedo intentar, subir o trepar lo que hoy preferimos pensar dos veces.

Qué increíble sería que los adultos tuviéramos la fe de un niño y los niños los ojos adultos para ver la realidad de las cosas y no tener miedo.

Como leímos, Josué y Caleb fueron enviados como espías junto con otros diez. Al llegar, esos diez tenían miedo de los gigantes que estaban dentro de la tierra prometida mientras Josué y Caleb solo veían la promesa. Los diez decidieron creer que serían aplastados por aquellos gigantes y ese fue el mensaje con el que regresaron al pueblo, esta falta de visión transmitida a un pueblo que decidió adoptar el miedo y temor en vez de creerle a Dios, se tradujo en cuarenta años de vueltas en el desierto con el fin de que esa generación se desvaneciera antes de tomar posesión de la tierra, aún con todo y la espera, Josué y Caleb sí lograron entrar.

Mientras unos ven obstáculos imposibles de conquistar, otros ven una promesa a punto de cumplirse.
 

Oración 

Dios dame ojos para ver como Tú quieres que vea, que nada me intimide porque sé que tu Espíritu Santo camina conmigo. Que ante cualquier circunstancia pueda tener ojos de fe para creer que saldré victorioso aunque el panorama no sea el que quisiera. Gracias Jesús porque 

tú usas todo para enseñarme y hacerme crecer, amén.